Durante su visita a Chiapas, el Papa Francisco hizo una visita a la catedral de San Cristóbal de las Casas, donde además de compartir los alimentos con representantes indígenas, rezó ante los restos del obispo Samuel Ruiz García que se ocupó de acercar la Iglesia Católica a los pueblos de origen.
El Sumo Pontífice hizo una pausa para, de acuerdo con lo programado, situarse en el sepulcro que guarda los restos de Samuel Ruíz García y orar en su memoria.
Se trata del clérigo más influyente y recordado en la historia reciente de esta provincia, quien se distinguiera por su defensa de los pueblos indios, predominantes en esta región, y que falleció en enero de 2011 en la Ciudad de México.
Ruiz García, quien fue una figura con tintes polémicos, pero indiscutiblemente respetado en todas las esferas y, principalmente, querido en su diócesis, estuvo al cargo de esta demarcación religiosa por 41 años, desde 1959, hasta 2000 y a ella regresó en cuerpo para reposar eternamente, acorde con la tradición católica.
«Jtatic», como su pueblo lo llamase, murió el 24 de enero de 2011 y fue llevado a San Cristóbal de Las Casas, donde lo velaron a partir del lunes 25 de enero de ese año, para, un día después, depositar su cuerpo en un sepulcro ubicado en la parte posterior del altar de esta principal sede católica de los Altos de Chiapas.
Fuera del programa, el Papa Francisco tomó la palabra en la Catedral de San Cristóbal para rezar por la fuerza y el consuelo de las personas enfermas.
Desde el altar central les dio la bendición y les pidió nuevamente que oren por él, tras lo cual recorrió el pasillo central, besó a muchos de los presentes, les tocó el rostro y las manos en su camino de salida.
El Pontífice depositó un arreglo floral y oró de pie frente a la tumba del obispo Samuel Ruiz, en el interior de la Catedral.
Luego se acercó a las personas dentro del templo, bendijo y habló con varias de ellas, mientras se escuchan porras, aplausos y el canto religioso “Pescador de hombres”.
Fuente: La Razón