El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó el domingo a Rusia a detener los bombardeos contra rebeldes «moderados» en Siria que buscan apoyar a su aliado Bashar al-Assad, una campaña que es vista por Occidente como un obstáculo importante en los últimos esfuerzos para poner fin a la guerra.
Las grandes potencias globales acordaron el viernes un limitado cese de las hostilidades en Siria, pero el acuerdo entrará en vigor a fines de la próxima semana y no fue firmado por las partes involucradas en el conflicto: el Gobierno de Assad y las numerosas facciones rebeldes que lo combaten.
Los bombardeos rusos dirigidos hacia grupos rebeldes están ayudando al ejército sirio a estar muy cerca de lograr la que podría ser su mayor victoria de la guerra en la batalla por Aleppo, la ciudad más grande del país y un centro comercial antes del conflicto.
El Kremlin dijo que el presidente Vladimir Putin y Obama habían acordado intensificar la cooperación para aplicar el acuerdo sobre Siria. Después de la llamada telefónica entre los líderes, el Kremlin dijo ambos presidentes dieron una «valoración positiva» a la reunión de Múnich.
Rusia ha dicho que el cese al fuego no se aplicará a los ataques aéreos, que han cambiado el equilibrio de poder en Siria en beneficio de Assad.
Moscú asegura que Estado Islámico y el brazo de Al Qaeda Frente Nusra son los principales objetivos de su campaña aérea, pero los países occidentales sostienen que Rusia ha dirigido sus bombardeos contra otros grupos insurgentes, entre ellos algunos moderados.
La Casa Blanca, en tanto, sostuvo que el diálogo entre Obama y Putin destacó la necesidad de apresurar la entrega de ayuda humanitaria a Siria y contener los ataques aéreos.
«En particular, el presidente Obama hizo hincapié en la importancia de que Rusia ahora juegue un papel constructivo mediante el cese de la campaña aérea contra las fuerzas de oposición moderadas en Siria», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Fuente: Excélsior