Los reguladores federales de Estados Unidos y la industria automovilística están asumiendo una actitud más indulgente que los partidarios de la seguridad en lo que se refiere a la introducción paulatina de sistemas de frenado automático para automóviles de pasajeros, según las actas de sus negociaciones privadas.
La tecnología aplica los frenos automáticamente para prevenir o mitigar choques, en vez de aguardar a que lo haga el conductor. Es la tecnología de seguridad más importante disponible en la actualidad que no es obligatoria en los automóviles.
Esos sistemas deberían ser estándar en todos los autos nuevos, dice la Administración Nacional de Seguridad Vial, pero en vez de ordenarlos, el gobierno trata de convenir un acuerdo voluntario con los fabricantes en la esperanza de que los incorporen más rápidamente.
Por su parte los partidarios de la seguridad señalan que los acuerdos voluntarios no son ejecutables y que probablemente contengan disposiciones menos estrictas y plazos más prolongados que si el gobierno impusiera su uso.
«Los consumidores van a salir perdiendo en este proceso», comentó Clarence Ditllow, director ejecutivo del Centro para la Seguridad Automotriz.
Las actas obtenidas por The Associated Press de tres reuniones de dicha agencia con fabricantes desde octubre indican que el gobierno considera concesiones significativas.
Los registros de la tercera sesión negociadora, el 12 de noviembre, muestran que se permitirán sistemas de frenado que reduzcan la velocidad vehicular en apenas 8 kilómetros (5 millas) por hora antes de un choque. Los fabricantes podrán exceptuar el 5% de sus vehículos de la obligación. La discusión incluyó una excepción adicional para los modelos que los fabricantes se proponen descontinuar o rediseñar.
Las actas no especifican el año del modelo en que tendrían que incluir el sistema de frenado.
Por ley, la agencia debe suministrar las actas de dichas negociaciones y hacerlas públicas. Solo las actas de la primera reunión estaban disponibles en el portal público de la agencia, pero un vocero de la misma suministró las actas de las otras dos reuniones en respuesta a una solicitud de The Associated Press. Se comunicó a The Associated Press que las actas de una cuarta reunión no estaban disponibles.
«Esto es lo que ocurre cuando uno empieza a negociar con la industria automovilística», afirmó Joan Claybook, partidaria de la seguridad que fue administradora de la agencia durante el gobierno de Jimmy Carter. «Quieren negociar para retirar un requisito y después otro» y establecer un plazo de acuerdo con su calendario de producción en vez de consideraciones sobre la seguridad.
Además de la Administración Nacional de Seguridad Vial, los participantes incluyeron 16 fabricantes, dos grupos de la industria y el Instituto de Seguro de Seguridad Vial. También asistieron representantes de Transport Canada, el regulador de seguridad automotriz del gobierno canadiense.
Mark Rosekind, administrador de la agencia, ha dicho que el proceso de preparación de reglas federales es tan complicado que un acuerdo voluntario probablemente logrará incorporar la tecnología más rápidamente. Aunque aclaró que no se descartan las regulaciones.
Fuente: Excélsior