Con la vorágine de los encuentros con la prensa finalizada, los entrenamientos cerrados y únicamente algunos aspectos previos a cualquier juego por resolver, la espera puede ser pesada para los jugadores, aseguró el experimentado estratega.
«Esta es la parte más dura de todo el proceso de dos semanas. Me preocupaba más por este tiempo, desde la mañana del sábado hasta la hora del juego el domingo, que por cualquier otra parte del juego», aseguró Billick en su papel como analista de NFL Network.
Explicó que esto se debe a que es diferente de la rutina normal previa a cualquier otro encuentro y era una situación «que nadie había experimentado, excepto aquellos que ya habían estado en el Súper Tazón».
Por ello, indicó, «no quería que mis jugadores se pusieran demasiado ansiosos, desgastarlos emocionalmente» antes del juego en el que, finalmente, se impusieron a Gigantes de Nueva York por 34-7.
Recordó que tenía que caminar una fina línea entre no desgastar a los jugadores y llenar el tiempo entre la última práctica, así como el reconocimiento del estadio, y el inicio del juego en sí.
Durante la temporada regular, señaló, «tienes práctica en sábado y tienes las juntas previas al juego esa misma noche y luego puedes ir al partido. Nosotros (en Cuervos) retrasamos todo (para el Súper Tazón), regresamos la práctica, movimos las juntas del sábado en la noche al domingo en la mañana, para tener una tabla de tiempo más manejable».
Reiteró que buscó no desgastar a sus pupilos con todos esos trámites previos ya que «estaba más preocupado porque los entrenadores agotaran a mis jugadores con pruebas extra, con sesiones extra de videos».
Este domingo, Carolina Panthers y Denver Broncos se enfrentarán por el Super Bowl 50, en duelo a disputarse en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California, en punto de las 18:30 horas tiempo del este de Estados Unidos, 17:30 del centro de México.
Fuente: Univisión