El manejo autónomo es una de las iniciativas recurrentes que tiene la industria automotriz en los últimos años. Existen diversos proyectos que surgen desde compañías del sector, y también desde actores de otras áreas, como Google, que busca perfeccionar sus sistemas de monitoreo e identificación de obstáculos con su Google Car.
Esa es una de las propuestas de Safety Track, una iniciativa que promueven Samsung y Volvo que, junto a dos firmas argentinas, busca ofrecer sobrepasos seguros en las rutas. La iniciativa Safety Truck consta de dos cámaras ubicadas en la parte delantera, junto a la cabina de conducción, mientras que la parte posterior una serie de pantallas le brindan a los conductores el panorama de la ruta para saber cuál es el momento adecuado para poder adelantarse al camión.
Comenzó como una iniciativa publicitaria que la compañía impulsó junto a la agencia Leo Burnett, pero el desarrollo aún mantiene vigente la etapa de pruebas, tras acaparar la atención de la prensa y al ser destacada por la revista Time como uno de los 25 inventos destacados del año, que lo denominó el camión transparente.
Volvo y Helvética estuvieron a cargo de la puesta a punto del camión y el trailer, equipado con los soportes adecuados para instalar las cuatro pantallas de 46 pulgadas resistentes al polvo y a líquidos. A su vez, dos cámaras, una con visión nocturna, se calibraron y adaptaron para la transmisión del video en tiempo real, basado en un sistema desarrollado e implementado por la firma argentina Ingemática.
En las pruebas llevadas a cabo en la pista del autódromo Roberto Mouras de La Plata, Buenos Aires, el sistema Safety Track se mostró efectivo, pero aún está muy presente el estado de prototipo, con pantallas que aún cuentan con marcos gruesos para visualizar de forma más nítida la transmisión en tiempo real. Aún bajo estas condiciones, Samsung mantiene vigente el proyecto y planea realizar más pruebas durante este año. El vehículo por el momento no estará operativo en las rutas, y está a la espera de las habilitaciones y permisos gubernamentales correspondientes.
El desarrollo y puesta a punto de iniciativas tecnológicas que buscan mejorar la seguridad vial suele evaluarse en el tránsito real, con pruebas que tienen el visto bueno de las autoridades gubernamentales. En esta etapa se encuentra Google con las pruebas de su vehículo en las rutas de California y Nevada.
Lo mismo hizo Toyota, pero en las calles de Tokio junto a otros conductores. El prototipo está equipado con sensores que pueden distinguir un camión de un auto o una moto y, de esta forma, elegir la mejor modalidad de conducción autónoma. Al igual que el resto de los fabricantes de la industria automotriz japonesa, Toyota prevé que este tipo de tecnología ya esté disponible en el mercado para 2020.
Tanto en el caso de Google como en las pruebas de Toyota, las pruebas en la ruta junto a otros automovilistas está supervisada por un operador humano frente al volante, para responder de forma inmediata ante cualquier imprevisto que el sistema no logre responder con rapidez.
Sin embargo, Google señala que durante las pruebas que realizó entre septiembre de 2014 y noviembre de 2015 su vehículo autónomo sólo estuvo involucrado en 13 accidentes, y tres fueron causados por otros conductores. Como antecedente, Volvo también evaluó sus sistemas de conducción autónoma en las autopistas y rutas rápidas de Gotemburgo, Suecia, hace tres años.
Ford, por su parte, evita este tipo de situaciones y pone a prueba su sistema de radar láser LiDAR en entornos creados de forma especial, sin tener la necesidad de interactuar con otros conductores. Junto a la Universidad de Michigan, la automotriz creó M-City, un entorno urbano que replica las condiciones de una ciudad para poner a prueba todos sus sistemas de navegación segura que buscan asistir a los conductores.
Además de la conducción autónoma y de la asistencia al conductor, los desarrollos tecnológicos aplicados a los vehículos también busca la comunicación inteligente entre sí. Los desarrolladores argentinos Space AI e Inipop, responsables de los vehículos autónomos que presentó el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, buscan aprovechar este recurso para que uno de los autos le pueda avisar a otro de su proximidad ante un cruce de calle, para desacelerar o evitar una colisión.
Fuente: La Nación