El objetivo de Al Shabab eran «decenas de oficiales occidentales de inteligencia» y miembros del contingente turco en la OTAN que viajaban en el avión con destino a Yibuti, según un comunicado de los terroristas difundido por medios somalíes.
Los radicales actuaron contra el avión, que despegó desde el Aeropuerto Internacional Aden-Adde de Mogadiscio, en represalia por los «crímenes cometidos contra los musulmanes».
25 personas han sido detenidas en relación con el atentado.
El artefacto explosivo estaba alojado en un portátil, que en principio iba destinado a un avión de Turkish Airlines que fue cancelado por el mal tiempo y cuyos pasajeros fueron trasladados al vuelo de la aerolínea yibutí.
La explosión se produjo 20 minutos después de que el vuelo despegara desde el aeropuerto de Mogadiscio rumbo a Yibuti y abrió un gran boquete en el fuselaje de la aeronave.
El piloto tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de la capital somalí, maniobra que permitió salvar la vida de todo el pasaje, excepto una persona que fue despedida del avión, al parecer el terrorista suicida.
Cerca de 25 personas han sido detenidas en relación con el atentado, aunque se sospecha que el terrorista suicida pudo ser un hombre cuyo cuerpo fue encontrado en la ciudad de Balad, 30 kilómetros al norte de Mogadiscio, según fuentes policiales.
Fuente: Excélsior