“Tenemos la mejor lengua para combatir, para pelear dialécticamente. La más abierta, la más rica y la más libre”. Arturo Pérez-Reverte
Pasaron más de 20 años, pero al final se salieron con la suya. La semana pasada, la Dirección General de Televisión Educativa (DGTVE) anunció la desaparición de los certificados de aptitud para locutores, cronistas y comentaristas, ¡como parte de la reforma educativa!
Mientras la tendencia en el mundo es certificar habilidades y aptitudes, en México una función esencial del entramado social, la SEP la deja al garete.
Basta con encender la radio o la televisión para darse cuenta de la cantidad de barbaridades que articulan muchos que se quieren hacer simpáticos o ganar auditorio, que con su ignorancia y escasez de recursos, confirman que los pericos hablan…
Somos miles quienes a lo largo de la historia obtuvimos el certificado tras aprobar exámenes, hasta que algunos personajes presionaron para eliminarlos. Debo decir que por un año dirigí la DGTVE.
Los exámenes eran la única manera de que algunos estudiaran, de no ser por eso, muchos jamás hubieran leído un libro. Conozco por lo menos una docena de celebridades que se presentaron dos o hasta tres veces porque nomás no pasaban. No era lo ideal, pero algo atenuaba en medio de la estulticia en los medios.
Como figuritas de la radio y la televisión eran incapaces de aprobar los exámenes y las empresas debían pagar multas, permisos o de plano prescindir de ellos, empezaron una cruzada para eliminar los exámenes. Ya lo lograron.
El comunicado indica que se deroga la atribución de la DGTVE para expedir licencias de locutores, cronistas y comentaristas de la radio y la televisión. Por cierto, para quienes redactaron el decreto, no se otorgaban licencias, ésas se tramitan en Vialidad, sino certificados de aptitud.
Hemos pasado de la solemnidad a la chabacanería y la idiotez; resulta degradante escuchar palabrotas como método; de pena escuchar algunas conductoras de programas con expresiones de cantina (¿con esa boquita comen?); qué decir se los caballeros que se quieren hacer graciosos y solo exhiben su pobreza intelectual.
Y al respecto ¿nada tienen que decir Gobernación y el IFT? De acuerdo con la ley, los contenidos están entre sus responsabilidades.
Una exhibición de la libertad de México quedó de manifiesto con la visita del papa y el bautismo colectivo de la iglesia La Luz del Mundo en plena Plaza de la Liberación de Guadalajara. El presidente Peña Nieto se sacudió entelequias, como creyente acudió a misa y comulgó, un ejercicio de la libertad que le corresponde garantizar para quienes gobierna y para él mismo. Hay quienes se quedaron en el siglo XIX: hubieran preferido una misa en lo oscurito como en tiempos de López Portillo. Jacobinos y comecuras se desgarran las vestiduras en defensa del Estado laico. ¿La libertad individual no está por encima de leyes y decretos? Otros se muestran desilusionados por el discurso del papa porque habló de temas universales: no podía ser de otra manera, se trata de un líder universal. Vino a una visita de Estado y pastoral, no a resolver los problemas locales, eso nos toca a los mexicanos.
