El papa Enrique peña Nieto y su esposa Angélica Rivera recibieron en la puerta de Palacio Nacional al Papa Francisco, quien ya era esperado por parte del gabinete y cardenales mexicanos.
Tras su entrada al Patio Central del inmueble, se escucharon los himnos nacionales de México y El Vaticano.
Peña Nieto destaca a Francisco como Papa reformador
El pueblo de México está emocionado y “reconoce al líder sensible y visionario que se está acercando a las nuevas generaciones”, dijo el presidente Enrique Peña Nieto.
En la ceremonia de bienvenida oficial en el Patio Central de Palacio Nacional, el mandatario aseveró que Francisco es un Papa reformador en la Iglesia Católica, que va al encuentro de la gente.
Elementos neoclásicos, barrocos y neocoloniales distinguen al Palacio Nacional, que como otros edificios se levanta sobre las ruinas de obras colosales prehispánicas; en su caso donde hace más de seis siglos reinó el Palacio de Moctezuma.
Actualmente el Palacio Nacional alberga la campana de Dolores, que se utilizó en 1810 en el Grito de Independencia, y la bandera del país.
Varias de sus áreas son utilizadas por el ejecutivo federal y la Secretaría de Hacienda. Además cuenta con museos y galerías, incluidas obras del emblemático muralista mexicano Diego Rivera.
La invitación al Papa al Palacio Nacional resulta una deferencia del gobierno de Peña Nieto, aunque no comparable con el beso que le dio, de rodillas, el presidente Vicente Fox (2002-2006) al anillo papal que portaba Juan Pablo II, lo cual fue considerado aquí como «exceso» e «imprudencia» por personalidades políticas.
México, que tuvo entre sus próceres independentistas a representantes de la Iglesia Católica, ha mantenido en la historia una relación escabrosa, que ahora la Presidencia de la República afirma como respetuosa y constructiva, según un comunicado en su página electrónica en ocasión de la visita del papa Francisco.
Fuente: Staff