El rechazo del colectivo, que invade desde el año 2000 el recinto académico y cultural, ocurre a un día de que las autoridades universitarias exigieron la devolución del lugar, tras los actos violentos realizados por un grupo de encapuchados que protestó contra la detención de un narcomenudista ajeno a la institución.
El auditorio es un “espacio autónomo de trabajo autogestivo” y eso marca una separación del resto de Ciudad Universitaria, señalaron en un pronunciamiento.
En volantes, pancartas y redes sociales, el grupo que secuestró el auditorio afirma que el espacio que invadieron es “autónomo”. En su publicidad ofrecen venta de comida , talleres “culturales” gratuitos.
Sin embargo, testimonios de estudiantes denuncian que el lugar se ha convertido en una vecindad, donde se realizan fiestas y desmanes.
Jorge Emilio Esquivel Muñoz, El Yorch, detenido el miércoles en las inmediaciones de CU por narcomenudeo, fue enviado a la cárcel federal número 11 en Hermosillo, Sonora.
COLECTIVO OKUPA CHE DESAFÍA A LA UNAM
En respuesta a la exigencia de las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México de que liberen el auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía, el colectivo Okupa Che, que se adueñó desde 2000 de este recinto académico y cultural, aseguró en un pronunciamiento que el lugar les pertenece.
El colectivo amenazó a las autoridades universitarias de que organizarán una estrategia para conseguir la libertad de El Yorch, capturado el jueves por narcomenudeo, así como “el resguardo y permanencia del espacio y las personas que se organizan en él.
Dijeron que no permitirán “el despojo” declarado por la Rectoría de la UNAM, porque según el colectivo lo que ésta busca es “la desaparición de este proyecto donde la lógica autoritaria y elitista no cabe”.
El colectivo autodenominado anarquista argumentó que este espacio, incluso, está separado del resto de la comunidad universitaria “porque la autonomía que pretendemos construir aquí no comparte el régimen de jerarquías sociales, que ponen a unos por encima de otros, según su nivel socio-económico o adhesión cultural, profesión u oficio y una larga lista de etiquetas que pretenden distinguirnos entre mejores y peores personas”.
Aseguraron que desde 2000 “recuperaron” el auditorio, donde se ha trabajado para crear “su propia forma organizativa” que lucha contra las desigualdades, por lo que “el espacio ha creado su propia ética y política, acompañándose de la lucha social y autónoma”.
Luego de los disturbios del pasado jueves, cuando se aprehendió cerca de CU al presunto dealer, las autoridades universitarias acusaron que el colectivo Okupa Che se ha convertido en un refugio de “provocadores”.
Una vecindad
El colectivo Okupa Che asegura que el auditorio es un “espacio autónomo de trabajo autogestivo” y eso marca una separación del resto de Ciudad Universitaria.
En volantes, pancartas, pronunciamientos y hasta en redes sociales, el grupo que secuestró el auditorio conocido como Che Guevara afirma que el espacio invadido es “autónomo”.
En su publicidad ofrecen venta de comida como sushi, baguetes, chapatas, sandwiches y hasta buffet vegetariano, además de talleres “culturales” gratuitos, como baile árabe y medicina alternativa, el cual llevarán a cabo este sábado 27 de febrero, invitando a elaborar “tinturas, pomadas, microdosis, champú y más”.
Al respecto, algunos estudiantes de Filosofía y Letras consideran que el auditorio se convirtió en “una auténtica vecindad”, porque gente ajena a la comunidad entra y sale sin problema. Organizan fiestas, desmanes y tienen su estación de radio clandestina con música a todo volumen, y nadie les dice nada. El colectivo ha admitido que no son alumnos de la UNAM.