El Vaticano tiene algo que decir a Donald Trump: el Papa Francisco no es un instrumento de la política mexicana en materia de migración y su posición sobre ese fenómeno es para todo el mundo, no sólo para Estados Unidos.
«El Papa habla siempre en todo el mundo de los problemas de las migraciones, de los deberes que tenemos por intentar solucionar estos problemas en un modo humano, de acogida de los que vienen de otros países en busca de vida, de dignidad y de paz», anunció el vocero del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
Esto, al ser interrogado sobre una crítica que el precandidato republicano a la presidencia estadounidense hizo al Papa por su visita a la frontera entre México y Estados Unidos.
En su último día de su visita al País, Francisco acude a Ciudad Juárez, en la frontera con El Paso, Texas, donde se espera que se acerque a la línea fronteriza y dé un saludo a los fieles que asistirán a escuchar una misa.
Trump, quien calificó al Papa como «una persona muy política», aseguró que Francisco no comprendía los problemas de su país y el peligro de la frontera abierta que tiene Estados Unidos con México.
«(Si Trump viajara a Europa) entendería que esto el Papa lo dice a los italianos, a los alemanes, a los franceses, a los húngaros, a todos, no solamente a los estadounidenses», explicó Lombardi.
Sobre si el Papa es un hombre político, el vocero de la Santa Sede respondió que el Pontífice es una persona que tiene una influencia política porque es un pastor y es un hombre de fe y de anuncio del Evangelio.
«Es claro a todo mundo que el Papa tiene un impacto político con su Ministerio», opinó, y citó como un ejemplo su contribución para el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, anunciado en 2014.
«¿Que sea un instrumento de la política mexicana? Yo pienso que no. Trump tiene una manera muy expresiva de hablar».