Corea del Norte habría ejecutado a su jefe del Estado Mayor. Es lo que asegura la agencia surcoreana Yonhap, que dice que la ejecución de Ri Yong-gil se produjo la semana pasada y que estaba acusado de corrupción y conspiración, entre otros cargos.

De ser cierta dicha información, su muerte sería la última de una serie de purgas de altos dirigentes llevadas a cabo por Kim Jong-un desde su llegada la poder, en diciembre de 2011. La más sonada, la de su propio tío y “número dos” del régimen, Jang Song-thaek, en 2013, acusado de traición y corrupción.

La presunta nueva ejecución se conoce sólo unos días después de que Pyongyang volviera a poner en alerta a sus vecinos y a la comunidad internacional. El pasado domingo, el régimen norcoreano lanzó un cohete para supuestamente poner en órbita un satélite, aunque la comunidad internacional sospecha que fue un ensayo encubierto de misiles balísticos.