Una estudiante fue detenida el martes por atacar con cuchillos a ocho personas en una secundaria al este de Toronto, dijo la policía. Todas las víctimas sufrieron heridas menores.
El sargento de la policía regional de Durham, Bill Calder, afirmó que los agentes acudieron el martes en la mañana a la secundaria Dunbarton en Pickering, Ontario, ante al aviso de que una alumna andaba con cuchillos en cada mano.
Según Calder, cuatro personas fueron hospitalizadas con heridas menores. Los estudiantes dijeron que huyeron corriendo de la chica que blandía dos cuchillos de cocina por los pasillos de la escuela.
Kristina Petrovska, de 14 años, dijo que se encontró de frente con la sospechosa, quien le tiró varios cuchillazos. «Corrí para salvar mi vida», afirmó la chica. «No puedo creer lo sucedido. Casi me da».
Stephen Pim dijo que vio a una chica con abrigo negro largo que perseguía con cuchillos en ambas manos a estudiantes en un corredor. «Escuché a los maestros decir ’despejen los pasillos’, corrí afuera y le dije a las personas que una estudiante andaba con un cuchillo: ’pónganse a salvo’’’, declaró Pim, de 16 años, en un mensaje de texto mientras permanecía sentado en un salón de clase cerrado en la escuela.
La policía no difundió el nombre ni la edad de la estudiante detenida, pero Calder afirmó que pertenece a los grados menores.
«Los ataques ocurrieron en distintas zonas de la escuela», declaró Calder. «Al parecer se trató de un ataque sin víctimas específicas».
Dos empleados derribaron a la estudiante y la sometieron hasta que llegó la policía, apuntó.
Calder dijo que está pendiente la presentación de los cargos, pero se abstuvo de señalar cuáles podrían fincársele.
La escuela fue cerrada temporalmente, sin que nadie pudiera entrar ni salir, mientras la policía proseguía las investigaciones, afirmó Calder. Previsiblemente se difundirán más detalles durante el día, agregó.
Las escuelas en Canadá son rara vez escenario de actos de violencia. Sin embargo, un chico de 17 años mató a tiros a cuatro personas el mes pasado en una escuela y una casa en una comunidad indígena en Saskatchewan.
Fuente: Excélsior