-Dejar de ser sedentario y moverse lo que más se pueda. Sería beneficioso tomar la decisión de ir a un gimnasio, que requiera el pago de varios meses anticipadamente. Eso ayudará a no faltar y a aprovecharlo, pensando en el gasto de dinero que implica.
-La actividad física por sí sola no sirve para lograr un descenso de peso. Es cierto que crea condiciones apropiadas para la realización del plan alimentario y muchos beneficios para la salud, pero si solo se realiza movimiento y no se tiene cuidado en las comidas, no se verán cambios en la balanza. Se mantendrá un peso estable.
-El deporte ayuda a no estar pendiente de la comida y sociabiliza. Si se está entretenido, gustoso de compartir un deporte con gente agradable será posible elegir alimentos con inteligencia pensando que el deporte es un pilar pero no hace milagros, que se deberá elegir las comidas con la intención de lograr resultados que animen a continuar con los cuidados.
Cuando una persona hace ejercicio y no cuida su alimentación pueden suceder dos cosas:
1) Que el ingreso de calorías sea igual al gasto (es decir que el organismo se encuentra en equilibrio), las calorías consumidas serán utilizadas por el organismo, ni se gana ni se pierde peso.
2) Que el ingreso de calorías sea superior al gasto energético diario y en este caso como las calorías ingresadas no van a ser bien utilizadas por el cuerpo se depositarán como grasa.
Esta nota es para aquellas personas sedentarias que quieren adelgazar o las que por algún motivo no pueden realizar un deporte o movimiento. Sin embargo, el propósito de la Licenciada es ayudar a cambiar sus hábitos alimentarios hasta tanto se decidan a incluir la actividad física, como segundo pilar necesario en el proceso de adelgazamiento.
El plan alimentario debe proporcionar:
-Un 50 % del valor calórico basado en alimentos fuentes de hidratos de carbono de absorción lenta (papa, batata, choclo, arroz integral, pastas, panes integrales, etc.)
-Un 20 % de proteínas de alto valor biólogo (lácteos descremados: quesos compactos magros (menos del 6% de grasas), leche y yogur descremados, carnes magras, huevo.
-Un porcentaje bajo de grasas y seleccionadas, destacando la importancia de las grasas saludables como las que encontramos en los pescados azules (caballa, atún, etc.), maníes, nueces, avellanas, almendras, legumbres, etc.
-Un aporte suficiente de fibra que la encontramos en los vegetales y frutas sobre todo crudos.
Para “perder” medio kilo de grasa por semana, será necesario “quemar” 3.500 calorías. Estas, se deben dividir por 7 días dando como resultado 500 calorías que deben reducirse diariamente por día, a través de la alimentación y si es posible de la actividad física. Por eso, no se deben hacer dietas muy estrictas: si eres mujer, no menos de 1200 calorías por día; y si eres hombre, un mínimo de 1500 calorías por día.
Fuente: Puntobiz