La ciudad de Washington y su área metropolitana se recuperaban de una nevada que cayó el miércoles y que sorprendió a muchos, en la víspera de otra tormenta de nieve que puede ser histórica y superar el récord establecido en 1922.
La tormenta del miércoles fue muy suave comparada con la que se avecina a partir de mañana, viernes, según los pronósticos, pero los 2.5 centímetros de nieve y hielo acumulados en algunas zonas provocaron un caos circulatorio que se prolongó hasta la madrugada.
Cientos de ciudadanos que trabajan en Washington y viven en los estados aledaños de Virginia y Maryland tardaron horas en regresar a sus casas.
Otros tuvieron que abandonar sus vehículos en las carreteras, algunas intransitables a causa del hielo.
También se vio afectada por la tormenta la caravana que acompañaba al presidente Barack Obama, en el trayecto desde la base aérea de Andrews, donde el mandatario aterrizó procedente de Detroit, a la Casa Blanca.
Los vehículos de esa caravana resbalaron y patinaron en el hielo varias veces durante el recorrido, de acuerdo con los periodistas que acompañaban a Obama.
Hoy muchos colegios de Washington y de algunos condados de Virginia y Maryland abrieron más tarde de lo habitual o permanecieron cerrados.
La gran tormenta pronosticada por los meteorólogos para este fin de semana comenzará previsiblemente a mediodía del viernes y dejará fuertes nevadas en unos 15 estados de la costa este del país.
Más de 80 millones de personas en una zona que abarca desde el sureste de Nebraska hasta la ciudad de Nueva York están en alerta ante la tormenta Jonas, la primera del invierno.
Se espera que el área de Washington sea una de las más afectadas por la tormenta, con fuertes vientos y acumulaciones previstas de más de medio metro de nieve, con lo que se podría batir el récord de 71 centímetros registrado en 1922.
El gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, declaró hoy el estado de emergencia y advirtió a la población de que se tomen «en serio» esta tormenta, así como de posibles problemas en las carreteras y cortes del suministro eléctrico.
Fuente: Excélsior