Las ciudades más afectadas el fin de semana por una intensa tormenta de nieve en la costa este de los Estados Unidos volvían lentamente a la normalidad el martes.
En el área de Washington, el sistema de subterráneos funcionaba casi normalmente, aunque algunas estaciones suburbanas permanecían cerradas y los trenes funcionaban con menor frecuencia.
Las escuelas en el Distrito de Columbia, el norte de Virginia y Maryland seguían cerradas, y las oficinas federales cerraron por otro día, aunque los empleados municipales volvían a trabajar.
La ciudad de Nueva York se repuso más rápidamente y los servicios de autobuses y subterráneos operaron regularmente el lunes, aunque los trenes suburbanos ofrecían servicio limitado. El alcalde Bill de Blasio acreditó la normalización a mejores comunicaciones y lecciones aprendidas durante la pavorosa tormenta del 2010.
En Baltimore, que recibió más de 60 centímetros (2 pies) de nieve, mucha gente seguía tratando de desenterrar sus automóviles y muchas calles secundarias seguían taponadas.
«Se supone que yo vaya a trabajar pero no tengo el mejor automóvil para la nieve», afirmó Tameka Smith, que trataba de quitar la nieve que cubría su vehículo. «No sé qué voy a hacer. Es ridículo esperar que la gente llegue a su oficina hoy».
Fuente: La Razón