Un minuto después del gol españolista, una combinación entre Messi y Neymar acabó con el argentino finalizando la acción, en la que Pau volvió a estar estelar.

Más fortuna tuvo Messi en el minuto 13, cuando, tras un pase interior de Iniesta, logró igualar el partido (1-1), y con el tanto la tensión subió de temperatura en el campo.

El Barça pudo haber cobrado ventaja en un penalti que Javi López cometió a Neymar cuando éste controló el balón. Esta acción el brasileño no la encajó bien, pues en más de una pugna por el balón se le vio muy nervioso, hasta cometer una falta en la que vio una amarilla por estirar una pierna más allá de lo permitido, poco después de que Caicedo diese el primer aviso de una lesión que a los 40 minutos lo sacó del campo.

Poco antes del final del primer tiempo, Messi lanzó una falta directa y firmó el 2-1.

Nada más comenzar la segunda parte, Marco Asensio pidió el cambio porque notó problemas musculares y dejó su sitio a Salva Sevilla.

Los problemas para el Espanyol se incrementaron en el 49, cuando Iniesta habilitó por la banda a Messi y éste, en un pase raso, envió el balón a Piqué y el central marcó el tercero (3-1).

El Barcelona dio un paso adelante para someter al Espanyol y ampliar la ventaja. Turan, al desdoblar por una banda, condujo el balón hasta crear una clara acción que acabó con el meta españolista y Messi por el suelo. El portero pisó un pie al argentino y éste se revolvió. Suárez intervino para separar a su compañero.

El meta españolista estuvo muy certero en una acción individual de Arda, cuando éste optó por un fuerte disparo en lugar de un pase dentro del área, al que Pau respondió con acierto. Otra vez Pau, en el minuto 65, en un lanzamiento de falta directa de Neymar, sacó el balón con los puños.

El Espanyol perdió los papeles en el momento en el que Hernán Pérez vio una segunda amarilla que se podía haber ahorrado y acabó expulsado, igual que Diop en el 75, pero por roja directa.

Contra nueve, el Barça fue por el Espanyol sin piedad y los de Galca sacaron el genio para aguantar el tipo. Ayudaron mucho las meritorias actuaciones del meta españolista y los errores clamorosos de los azulgranas, como un remate de Suárez a puerta vacía que, nuevamente, acabó con un rifirrafe de Pau con el ariete azulgrana.

El Barcelona cerró el partido con un tanto de Neymar a pase de Messi (4-1), en una fase en la que el Espanyol estaba haciendo una hombrada con nueve jugadores y sin pasar del centro del campo para no dar más ventaja.

Fuente: Excélsior