«Me tienen que celebrar en la Casa del cine como si fuera una fiesta», fue el último deseo de uno de los grandes maestros del cine italiano del que hoy se destaca cómo deja huérfano ese cine en el que se interpretaba de manera melancólica e irónica la Italia del momento.
Por la Casa del cine, un pequeño templo del cine italiano ubicado en el parque de Villa Borghese, se están acercando desde primeras horas de la mañana aquellos que trabajaron con el «maestro», los colegas que le admiraron y las autoridades institucionales.
Una de las primeras en acudir ha sido Sofia Loren, quien encarnó el inolvidable personaje de Antonietta en «Una giornata particolare» («Una jornada particular», 1977) junto con Marcello Mastroiani.
«Estoy tan emocionada que no logro hablar», explicó Loren, que permaneció algunos minutos en la capilla ardiente ubicada en la sala Deluxe, donde en la pantalla gigante se proyectan extractos de sus películas y fotografías de los rodajes y de su vida.
A la capilla ardiente han acudido políticos como el ex presidente de la República italiana Giorgio Napolitano; el ex alcalde de Roma, escritor y documentalista de cine, Walter Veltroni; el fundador del diario «La Repubblica», Eugenio Scalfari y los presidentes de la Cámara y del Senado, entre otros.
Pero sobre todo ha sido el mundo del cine quien no ha querido faltar al adiós del gran maestro de la época del cine de oro italiano, como los directores Giuseppe Tornatore, Paolo Virzì, Felice Laudadio, Andrea Occhipinti, Ivano Di Matteo, Marco Pontecorvo y actores como Ricky Tognazzi y Stefania Sandrelli, otra de sus musas en «C’eravamo tanto amati» (1974)
«Además de un amigo era un gran director, de un cine que representaba la realidad con la tragedia, la comedia y la tragicomedia porque él huía de cualquier definición. Era capaz de hablar de amor o de la maldad de los hombres», expresó hoy el director Paolo Taviani.
El homenaje de amigos y de los cinéfilos al director de «Brutti, sporchi e cattivi» (1976) podrá continuar hasta las 18:00 de hoy y mañana hasta las 15:00 horas cuando, por expreso deseo de Scola, se realizará una ceremonia laica de despedida con los recuerdos de sus colegas.
Fuente: Excélsior