Categorías: En Contexto

Revenant, El Renacido, El que vuelve

Publicado por
José Cárdenas

Diario de un Reportero

Por Ramsés Ancira

Lo primero que puede decirse de Revenant, la película de Alejandro Gonzáles Iñárritu, es que la palabra que le da título no tiene una traducción exacta al español, y Renacido no sería tampoco la mejor palabra para definirla.

Revenant es una palabra francesa, uno de los idiomas en los que se habla en la cinta, que significa Regreso. En Europa se utiliza para referirse a los fantasmas que vienen de  la tumba a atormentar a los vivos. En la película de Gonzáles Iñárritu hay varias escenas de sueños; pero no es una película completamente fantástica, si bien los paisajes retratados por Emmanuel Lubezki, dan un tono onírico a la historia.

Lo segundo que nos parece relevante es una sensación de chauvinismo por el orgullo, diríamos los mexicanos, de venderle chiles a Clemente Jaques, o para ser más directos, de enseñarles a los gringos como se hace un western, género cinematográfico por excelencia. No es la primera vez que un «alien», como llaman los gringos racistas a los extranjeros, les da cátedra sobre cómo se filma una «película de vaqueros». Ya lo había hecho Sergio Leone con El bueno, el Malo y el Feo, Por un Puñado de Dólares y Por unos dólares más, filmadas no precisamente en ese orden, pero jerarquizadas por su fama.

Y ahora tres mexicanos, el director Gonzáles Iñárritu; el cinefotógrafo Emmanuel Lubezki y los sonidistas Martín Hernández y Víctor J. Hernández, encabezan un equipo de 90 actores y poco más de 800 técnicos y artistas visuales para renovar el género cuyo máxime artífice hasta ahora había sido John Ford.

La simbiosis lograda entre Gonzáles Iñárritu y el actor de origen italo germano, Lorenzo di Caprio es como para que se le revuelquen las tripas al republicano Donald Trump, quien en el fondo sueña con una raza aria para Estados Unidos. El director dice que el actor tiene los pies en la tierra pero alas en el espíritu. El ojiverde dice de El Negro que tiene espíritu visionario.

Cuando Gonzáles Iñárritu fue a Los Ángeles a recibir el premio Oscar por Birdman ya estaba filmando Revenant.  Hay que reconocer que en su mayoría las historias del mexicano, a diferencia de las de su compatriota Cuarón, no son precisamente inspiradoras o alegres, en su conjunto se acercan mucho más a la tragedia que a la comedia, pero también pueden definirse como epopeyas. Son grandilocuentes pero justifican el presupuesto.

Y otra vez en contra de lo que pregona Donald Trump, el talento del mexicano le proporciona millones, muchos millones, cientos de millones de dólares a la economía de los Estados Unidos. La película no sólo fue la más taquillera en México y en la Unión Americana, lo mismo sucedió en Rusia y en muchos de los países donde se presentó en su semana de estreno.

El Renacido, más allá de los problemas de técnicos que ya no querían trabajar en esas condiciones de frío extremo, (a pesar del ejemplo de Di Caprio, que trabajaba sin hablar y arrastrándose por el piso o nadando en aguas semicongeladas) generó más de 800 empleos directos: el  del editor, el encargado de armar el reparto, los maquillistas y los directores de arte, digamos para empezar.

Pero luego vienen otros empleos, algunos  más modestos, pero no menos importantes, los asesores de lenguajes y dialectos; coordinadores de armas;  ilustradores; diseñadores de gráficos;  carpinteros, escultores; cuidadores y entrenadores de animales; artistas escénicos; editores de diálogos en francés, ree o arikara, la lengua indígena de Dakota del Norte; supervisores de seguridad en escenas acuáticas, compositores de la música, dobles…

Nueve meses de filmación, con la dificultad de que Emmanuel Lubezki quería utilizar únicamente luz natural y en el invierno los días son muy cortos

Ese es uno de los méritos que se toman en cuenta  para votar por el mejor director. González Iñárritu lo recibió, para empezar,  en los Globos de Oro, por parte de la prensa extranjera, por la asociación de críticos de Houston; la sociedad de Críticos de Nevada y el Círculo de Críticos de San Francisco. Ganó también los premios Satellite y se le nominó por sus aportaciones en efectos especiales.

La concesión de premios no está exenta de debates sobre lo políticamente correcto. Ahora los afroamericanos se dicen discriminados en la entrega de nominaciones, pese a que en años pasados se llevaron varios  con películas como Selma, 12 años de Esclavitud o el Mayordomo de la Casa Blanca.

Nadie duda tampoco de la calidad de actores como Eddie Redmaine, quien ya demostró sus virtudes caracterizando a Stephen Hawking en La Teoría del Todo. Ahora en La Chica Danesa cuenta con el apoyo de la amplia diversidad sexual que se vive en el mundo de Hollywood y de la crítica cinematográfica por protagonizar al primer transexual quirúrgicamente tratado.

¿Qué actor tiene más mérito, el que se pone tacones o el que enfrenta las más rudas condiciones de la naturaleza?

Mientras se dirime la cuestión no hay que perder detalle de lo que se dice subliminalmente  en The Revenant sobre la gente de Texas, convenencieros, cobardes y ¿republicanos?

Un fantasma regresa de la tumba para poner a temblar a los gringos más conservadores. Hoy en Hollywood como en casi toda la frontera sur de los Estados Unidos, los estados que antes eran mexicanos, siguen siendo famosos (y enriquecidos) por los mexicanos.

Para ver el Trayler Oficial de la película:

 

http://www.bing.com/videos/search?q=Revenant+Trayler&view=detail&mid=9632DAFECA09A4A20D089632DAFECA09A4A20D08&FORM=VIRE3

 

Compartir:
Compartir
Publicado por
José Cárdenas

Entradas recientes