Por Bolivar Roblero:
En 1967 se rodó y exhibió una película que hizo furor entre los jóvenes de aquellos lejanos ayeres, la cinta “NACIDOS PARA PERDER” que narraba los desmanes que perpetraban un grupo de delincuentes juveniles que viajaban en motocicletas y habían formado una pandilla llamada “Los Nacidos para perder” (de ahí el título de la cinta). Esta pandilla apoyado en su número y la violencia que ejercen logran imponer su ley en una localidad de California, hasta que un solo hombre, un veterano de VIETNAM se les enfrenta junto con una valerosa joven universitaria, las persecuciones en moto y la música de la película (manufacturada por HUGO MONTENEGRO) transformó a la cinta en un clásico de los 60´s y una película de culto para el género.
El simple nombre “Nacidos para perder…” se convirtió incluso en chiste: en aquél entonces ponían un corto en el cine donde escuchaba el tema musical de la cinta y se ponían escenas de la selección mexicana de futbol, decían pues que estos jugadores “había nacido para perder”.
El fin de semana pasado, durante la ronda de comodines de la NFL, miramos como dos escuadras con todo para ganar tiraron por la borda una oportunidad de oro de trascender, como aquellos legendarios pandilleros, estos jugadores parecen haberse acostumbrado a perder, aun cuando vayan ganando:
El primero de ellos CICINNATI, equipo que recibía en calidad de victima a los ACEREROS de Pittsburgh y que fueron dominados durante tres cuartos por la defensiva Acerera, sin embargo, como si despertaran de un letargo, reaccionaron en el último cuarto y lograron sobreponerse a un 15 cero y ponerse arriba por un punto, en el colmo de su buena suerte: ROETHILSBERGER salió lesionado y abandonó el partido dejando su lugar a LANDRY JONNES, que prácticamente estaba entregando el partido al lanzar una intercepción cuando faltaban menos de 2 minutos por jugar, BENGALIES lo único que necesitaba hacer era comerse los dos minutos que restaban, sin embargo JEREMY HILL soltó el balón en la siguiente jugada, decretándose un fumble a favor de Acereros, entonces BIG BEN regresó y comandó una última y agónica marcha. El último pase del BEN fue incompleto, pero en la jugada un defensivo de CINCCY golpeo al receptor casco contra casco (algo muy penado en la NFL) se marcó la falta: 15 yardas y el primero y diez para ACEREROS más otras 15 yardas por conducta antideportiva, total que el juego terminó con gol de campo que le dio a PITTSBURGH una inesperada victoria cuando ya se sentían derrotados.
Tanto, o más dolorosa, fue la derrota sufrida por los VIKINGOS durante el gélido partido del domingo, frente a los HALCONES MARINOS, la heroica defensa de MINNESOTA logró mantener en cero a RUSSELL WILSON y compañía durante 3 periodos, pero la ofensiva apenas pudo carburar colocando 9 puntos, producto de tres goles de campo, SEATTLE logró colocarse en el marcador primero con un touchdown de WILSON y en la siguiente serie el corredor estrella de Vikingos ADRIAN PETTERSON soltó el balón tras un poderoso manotazo de SHERMAN, la defensa de MINNESOTA se sublimó y sólo permitió 3 puntos de ese balón suelto, era turno de la ofensiva que logró llegar hasta la yarda 20 en donde se estrellaron los 3 intentos por anotar, pero que importaba si con el gol de campo tenían los VIKINGOS para liquidar a Seattle, con el balón colocado en la yarda 22, el pateador de MINNY, BLAIR WALSH, que no había fallado casi nunca, erró la patada más importante de su carrera y dejó tendido en el campo a unos desolados VIKINGOS, que miraron estupefactos como se escurría por un lado el balón impidiéndoles ganar un partido que ya tenían prácticamente en la bolsa.
¿Qué pasó?… ¿por qué perdieron los BENGALS un partido que fácilmente podrían haber ganado?… ¿cómo fueron los VIKINGOS capaces de perder un juego ganado? Sólo una explicación me queda: ¡ambos equipos nacieron para perder!