Presentaron a los nuevos miembros de American Kennel Club: el galgo árabe o sloughi y el terrier americano sin pelo.
Las dos adiciones –que elevan la lista de AKC a un total de 189- poseen características muy peculiares, y no podían ser más diferentes.
Como indica su nombre, el terrier americano sin pelo es característicamente calvo debido a un gen recesivo de los terrier ratoneros.
A principios de la década de 1970, los criadores estadounidenses comenzaron a reproducirlos seleccionando la característica de dicho gen, y a la larga dieron origen a una nueva raza de perro calvo que parece una cruza de dálmata y chupacabras.
La piel del terrier americano sin pelo puede ser moteada o completamente gris, y es tersa al tacto. Estos animales son muy populares entre personas que sufren de alergias.
Las personas que sufren de alergias suelen favorecer al terrier americano sin pelo, que fue reproducido para ser calvo.
“Aunque hay un pequeño detalle”, advierte Gina DiNardo, vicepresidenta de American Kennel Club. “Algunos terrier americanos sin pelo tienen pelo”.
Como el gen de la calvicie es recesivo, solo se necesita que un gen dominante determine el crecimiento de pelo para que los perros produzcan un pelaje áspero, informa.
Nacidos para correr
A diferencia del nuevo y distintivo terrier americano sin pelo, sloughi (que se pronuncia slú-gui) es una raza que, probablemente, ha existido miles de años. (Lee: Tu perro te escucha)
En África del Norte se han encontrado pinturas que datan de hace 7,000 años, donde figuran perros muy parecidos a los sloughis”, dice DiNardo.
Aunque la genética de sloughi puede ser muy antigua, esta raza de pelaje corto y liso fue introducida en Estados Unidos apenas en 1973.
Igual que otros galgos y lebreles, los sloughis fueron criados para correr largas distancias persiguiendo presas (si fueran jugadores de fútbol americano, serían receptores abiertos).
Es por eso que DiNardo recomienda no soltarles la correa a menos que se encuentren en un área cercada.
“Estos perros conservan los rasgos que desarrollaron durante miles de años”, explica, “de manera que si ven correr algo pequeño, seguramente lo perseguirán”.
Hacen antesala
Por desgracia para los neófitos, las razas no podrán participar, oficialmente, en la renombrada exhibición de Westminster Kennel Club hasta 2017.
No obstante, cuando sean elegibles para competir por el título Mejor de Exhibición, tendrán que cuidarse del nuevo canino del barrio. En julio de 2016, AKC pretende otorgar reconocimiento oficial a un ovejero húngaro de talla pequeña a mediana llamado pumi.
Y a diferencia de su primo americano calvo, este cachorro tiene montones de pelo para lucir frente a los jueces.
Fuente: National Geographic