El candidato conservador a la Presidencia de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. AFP
‘Profesor Marcelo’, el portugués que nunca duerme
El recuento de los votos le otorga el 52 % de los apoyos, casi tres puntos más de los que necesita para evitar una segunda ronda
Marcelo Rebelo de Sousa venció las elecciones presidenciales de Portugal con el 52% de los votos. El socialdemócrata partía como favorito y la gran duda a lo largo de la jornada electoral era saber si conseguiría convertirse en presidente en la primera vuelta. En segundo lugar quedó el profesor universitario Sampaio da Nóvoa, con el 22% de los votos.
El candidato independiente reconoció la derrota pero dijo que «nunca antes un candidato sin apoyo parlamentario había conseguido un porcentaje de votos tan elevado (lo votó un millón de portugueses)». En tercera posición se situó la candidata del Bloco de Esquerda, con el 10% de los votos, un resultado histórico para el partido. La gran derrotada de la noche fue la candidata socialista Maria de Belém Roseira, ex ministra y diputada, que se quedó entre el 3,3 y el 4,8% de los votos. Otra de las protagonistas de la noche fue la abstención, cerca del 52% en la línea con los resultado de las elecciones presidenciales anteriores, celebradas en 2011.
Marcelo Rebelo de Sousa fue líder del Partido Socialdemócrata y ocupó los cargos de Ministro de Asuntos Parlamentarios y diputado en el Parlamento luso. Aún así, hacía más de una década que estaba alejado de la vida política activa. Además de profesor catedrático de Derecho, el profesor Marcelo como se le conoce en Portugal, ha trabajado como periodista y durante más de una década comentó la actualidad política en la televisión lusa. De ahí que sea una figura mediática respetada y querida por gran parte de los portugueses. «A partir de hoy seré el presidente de todas las portuguesas y todos los portugueses porque la Constitución así lo consagra y mi consciencia así lo dicta».
Diez candidatos
En 42 años de democracia lusa nunca había habido tantos candidatos en unas elecciones presidenciales. Y en 30 años, tampoco había habido ninguna mujer. «Han sido unas elecciones atípicas, no solo por el elevado número de candidatos sino también por la independencia de la mayoría de los partidos», comentó Marques Mendes. Los partidos conservadores apoyaban la candidatura del profesor Marcelo, quien aceptó el apoyo pero no se pegó mucho a él, para abarcar también al electorado de izquierda. Los nueve candidatos restantes no consiguieron conquistar a ese mismo electorado, aunque ideológicamente eran candidatos de izquierda, y Sampaio da Nóvoa, el candidato mejor posicionado para forzar la segunda vuelta no consiguió los votos suficientes.
Todos los candidatos (excepto Maria de Belém que suspendió sus acciones de campaña por la muerte del veterano socialista Almeida Santos) participaron en un debate en televisión en el que expusieron sus argumentos para ser elegidos como el próximo presidente (no existe el femenino en portugués) del país vecino. Entre ellos estaba Vitorino Silva, más conocido como Tino de Rans, que dice es el «candidato del pueblo». De profesión, Silva era «calceteiro», la persona que se encarga de colocar piedra a piedra los adoquines de las aceras portuguesas. Sin embargo, a pesar de su escasa experiencia política, consiguió las firmas necesarias para presentarse a estas elecciones.
El elevado número de candidatos a presidente refleja también la diversidad de nombres y perfiles. Paulo Morais es profesor universitario, fue vicealcalde de Oporto, pero sobre todo se le conoce por su empeño en la lucha contra la corrupción política. Y Sampaio da Novoa, ex rector de la Universidad de Lisboa, pretende entrar en la política para cambiarla.
Gran favorito
El ganador, el profesor profesor Marcelo, como se le conoce en Portugal, se limitó a hacer una campaña tranquila, tratando de mantener el cariño y popularidad de los portugueses que se ha ganado a lo largo de más de una década comentando la actualidad política los domingos por la noche en televisión.
A pesar de ser conservador, Marcelo Rebelo de Sousa cuenta con apoyos a lo largo de todo el espectro político portugués, entre los votantes de derecha y también los de izquierda.
Más de 9,7 millones de portugueses estaban llamados hoy a las urnas para escoger al próximo presidente de la República, que sustituirá al actual jefe de Estado, el conservador Aníbal Cavaco Silva.
En las últimas elecciones, celebradas en 2011, Cavaco Silva logró ser reelegido en primera vuelta, con más del 53% de los votos. En aquellos comicios la abstención alcanzó una cifra récord y se situó en el 53,56%, según informa Efe.
El presidente de la República luso se sumará, el próximo 9 de marzo, fecha en la que deja el cargo, a una lista en la que figuran, además de Cavaco Silva, otros tres jefes del Estado elegidos por sufragio universal en democracia: António Ramalho Eanes, Mário Soares y Jorge Sampaio.
El presidente de Portugal, tiene un mandato para cinco años, cuenta con amplias funciones. Puede vetar leyes, disolver el Parlamento, así como convocar nuevas elecciones. Para el pequeño país ibérico se trata de la novena elección de un jefe de Estado desde la Revolución de los Claveles en 1974, según informa Dpa