Colaboración de Guillermina Gómora Ordóñez
Se le apagó el brillo a la diputada sinaloense Lucero Sánchez López, aunque algunos dirán que lo que perdió fue el manto protector de su amigo Joaquín Guzmán Loera El Chapo; la flamante panista ahora está en la mira de la Procuraduría General de la República (PGR) y deberá contar tooooodo lo que sabe.
Aunque como San Pedro a Cristo, Lucero ha negado conocer al Chapo y tener relación alguna con el líder del Cártel de Sinaloa, todo indica que sus nexos van más allá de los negocios y estarían ligados por lazos filiales.
Sólo hay que remitirse a julio de 2015, cuando el ex presidente Felipe Calderón cuestionó la designación de una diputación para la abogada que carecía de experiencia política y que, apoyada en una coalición de los blanquiazules con el Partido Sinaloense, obtuvo la candidatura y posteriormente el cargo legislativo. El ex mandatario dejó entrever entonces esos vínculos.
Al entonces dirigente de su partido, Gustavo Madero, le mandó el siguiente mensaje: “Quienes hicieron esta inadmisible designación deben rendir cuentas”, escribió Calderón en redes sociales, el año pasado. Sin embargo, poco o nada logró, pues la diputada se mantuvo en el cargo.
Por las mismas fechas Lucero le respondió a Calderón a través de una carta publicada en Facebook donde calificaba al ex presidente y a Germán Martínez como “faldilludos”. La legisladora panista también acusó a la diputada federal del PRI, Francisca Elena Corrales Corrales, «Paquis», de ser la autora intelectual de tan «aberrante calumnia».
En la misiva, la originaria de Cosalá argumentaba: “En mi condición de mujer, aclaro que en mi designación no hubo como muchos se empeñan en decir ridículamente, ni arreglos en lo oscurito, ni componendas, en mi campaña tampoco hubo gastos desorbitantes, todo fue en apego a la ley, de ahí que esas pretendidas versiones fantasiosas de quienes solo alientan el amarillismo y la fantasía periodística no tiene cabida”.
¿Fantasía? Todo quedó al descubierto cuando la Comisión Nacional de Seguridad informó que una mujer, sin revelar su identidad, y falseando documentos, visitó al capo de manera ilegal con ayuda de su abogado en el penal del Altiplano. De acuerdo con Excelsior, uno de los abogados del líder del Cártel de Sinaloa declaró ante agentes de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuenia Organizada (SEIDO) que Lucero sí se reunió, antes de su fuga, con el narcotraficante.
Pero más allá de sus nexos filiales y amorosos con el capo, lo cierto es que Lucero Sánchez, quien participó como candidata de la alianza PAN-PRD-PT y PAS por el distrito 16 de Cosalá, en 2013, en cuanto llegó al Congreso de Sinaloa, se integró a la bancada blanquiazul.
Confirmando así el poder y la influencia de su protector que logró entrar a la política vía el panismo sinaloense, y quizá nacional, pues todos se hicieron de la vista gorda del dispendio y privilegios de los que hizo gala durante su campaña la joven aspirante que repartía regalos a sus seguidores y amenizaba sus actos proselitistas con banda. Nadie dijo nada. A ningún integrante de los partidos que integraban la coalición le pareció sospechoso la inusual y derrochadora forma de convocar al voto por parte de Lucero Sánchez.
Sólo tres años después y con las evidencias claras de los nexos de su candidata con El Chapo, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del (PAN) anunció que ya se inició una investigación en el interior del blanquiazul para determinar quién impulsó a Lucero Guadalupe Sánchez López, al Congreso de Sinaloa.
Al igual que los perredistas con José Luis Abarca, ahora los panistas aplican la misma técnica de escurrir el bulto, y argumentan que no sabían quién era Lucero. El ex diputado federal Jorge Villalobos, ha dicho sobre el tema: “Nosotros no teníamos elementos para presumir ningún tipo de vínculo… Además de que en los documentos que se presentan no viene nada sobre la maternidad o paternidad de los hijos”. ¡Ajá!
En efecto nada tendría que ver la vida sentimental con la pública, pero tratándose de una diputada relacionada con Joaquín Guzmán Loera, adquiere otro matiz el vínculo y sus efectos, como sucedió con los nexos de José Luis Abarca y los Cárteles de “Los Rojos y Guerreros Unidos”.
A ver cómo justifica Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN y su campaña pro-valores, la presencia del Chapo en el partido, justo en un año electoral. ¡Santos narco militantes! Dirá el “Chico maravilla” a Batman- Calderón que pide explicaciones.
Vericuentos
#Chilangosiempre
Ahora sí, la Ciudad de México será el estado 32…. el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, luego de 3 años ve consumado su plan de reforma política presentado en el palacio de minería el 7 de noviembre de 2012. Aliado con el experimentado Porfirio Muñoz Ledo, logró lo que será su legado al frente de su administración. Mancera posteo así su logró: “Adiós Distrito Federal. A partir de ahora somos Ciudad de México. La #ReformaPolítica trae consigo la aprobación de nuestra primera Constitución Política. Tendremos autonomía de gestión, un congreso y las delegaciones se convertirán en alcaldías”. Llevar a buen puerto este logro con la creación de la Asamblea Constituyente, demanda la operación de un buen negociador, una vez más será Luis Serna, particular del jefe de Gobierno quien sostiene que “los capitalinos logramos el reconocimiento que merecemos”. ¡Órale!
AMLO – Autotraffic
Hablando de nexos peligrosos, ya se descubrió que el principal impugnador de la empresa encargada de las fotomultas en el DF, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue quien le dio los primeros contratos a Autotraffic en 2005 por adjudicación directa, sin licitación de por medio y por un monto de 10.3 millones de pesos para comprar 12 radares que fueron instalados en el segundo piso de Periférico. Posteriormente, en 2007, el GDF pagó otros ocho radares de velocidad, cuya compra ya había comprometido AMLO. ¿Sería interesante saber cuánto se llevó de comisión?
@guillegomora