La policía admite que no tiene pruebas concretas sobre los sospechosos, por lo pronto controla los accesos de la estación de Pasing, en Múnich.
La población de Múnich ha vivido bajo un estado de alerta máxima durante casi 12 horas, ante el temor de que la ciudad fuera escenario de un sangriento atentado terrorista suicida perpetrado por un grupo de militantes del Estado Islámico (ISIS) en la estación central de trenes de la cudad y en la de Pasing.
Poco antes del mediodía de este viernes, las autoridades han decidido dejar sin efecto todas las medidas de seguridad y han admitido que no tenían pruebas concretas sobre la identidad de los sospechosos terroristas.
Durante una rueda de prensa, el responsable de la Policía de Baviera, Hubertus Andrä, ha revelado que habían recibido informaciones sobre la identidad de los sospechosos de servicios de inteligencia extranjeros, pero ha tenido que admitir que no tiene la certeza de que esas personas realmente existan.
“Hemos recibidos algunos nombres, pero no los hemos podido localizar en Múnich ni tampoco en otros lugares”, ha dicho Andrä. “Tampoco podemos descartar que esas personas realmente existen, pero las investigaciones aún continúan. Se trata de personas de origen sirio e iraquí”.
El alto funcionario de la policía bávara también ha señalado que las autoridades habían levantado definitivamente el estado de alerta máxima, que fue decretado casi una hora antes de la medianoche del jueves y que convenció a la policía a desalojar la estación central de ferrocarriles de la ciudad y también la pequeña terminal de Pasing. “La situación actual en la ciudad es la misma que imperaba antes de la alerta”, ha señalado Andrä.
Según la versión oficial de las autoridades bávaras, las primeras informaciones sobre un posible atentado terrorista fueron recibidas alrededor de las 19 horas del jueves y provenían de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), que aviso a la policía de Múnich que habían recibido, de parte de un servicio de inteligencia amigo, que terroristas de ISIS estaban preparando un atentado terrorista suicida en la medianoche del jueves, posiblemente en la estación central de ferrocarriles o en Pasing. A las 22.40 del jueves, la policía bávara recomendó a la población, via Twitter, que evitaran acercarse a las dos estaciones de ferrocarriles.
Pero la radio estatal bávara revelo que las autoridades federales y la policía de Múnich habían sido alertadas por la inteligencia estadounidense hacia ya varios días. La información señalaba que entre cinco y siete iraquíes habían llegado a Múnich para llevar a cabo un atentado similar al que sufrió Paris. Parte de los terroristas habían alquilado habitaciones en un pequeño hotel en la ciudad y que habían llegado a la conclusión de que esas personas no representaban un peligro.
Pero este viernes, varios medios germanos se preguntaron si las extremas medidas de seguridad adoptadas por las autoridades bávaras habían sido correctas o simplemente se había tratado de una falsa alarma. “Nadie sabe si los terroristas realmente existieron y tampoco se han realizado detenciones”, señaló Spiegel Online. Pero la reacción de las autoridades bávaras ha sido defendida este viernes por el ministro del Interior federal, Thomas de Maizière, quien ha señalado que las autoridades bávaras habían reaccionado, con el apoyo del BKA. de forma prudente, juiciosa y resuelta”.
Fuente: El País