Colaboración de Rodrigo Navarro
Ofrecemos nuestros juguetes que son nuestros tesoros más preciado, ofrecieron 113 niños que promovieron el amparo el 27 de agosto pasado que salvó por unos cuantos meses el manglar de Tajamar, hasta el 16 de enero pasado en que fue desmontado al 90%, en Cancún. El juez fijó una fianza de 21 millones de pesos como garantía. Otros 900 niños se sumaron el 24 de septiembre en una segunda demanda a favor del humedal.
Un grupo de científicos de la Universidad de Chicago ideó hace 68 años el Reloj del día del juicio final. Un cronógrafo simbólico que recuerda a las personas que los actos de la humanidad nos tiene “al cuarto para las doce”, al filo del tiempo.
En aquel entonces la amenaza era la bomba atómica y la guerra fría. En crisis como la de los misiles en Cuba se adelantó 7 minutos antes de las doce.
Ayer a pesar de los esfuerzos y avances de COP21 sobre Cambio Climático en París, se mantuvo en 3 minutos antes de las doce, hace un par de años cambio de 5 a 3 minutos. Es debido a la Cumbre del Clima y las pruebas nucleares de Irán dijeron en la presentación anual los especialistas que manejan el Boletín de los Científicos de la Energía Atómica responsables de la iniciativa.
La NOAA anuncia que este año de 2015 ha sido el más caluroso desde que las mediciones de la temperatura promedio del planeta comenzaron en 1885, aumentó de 0.7 a 0.9ºC. Antes lo había sido el 2014 y la tendencia continúa. En COP se fijó la meta debajo de 2ºC con un acuerdo calificado por muchos especialistas y voces de solvencia moral entre ellos la Dra. Sylvia Earle y Jean Michel Cousteau de insuficiente para cumplir la meta.
A pesar de esfuerzos y discursos nuestras acciones no son suficientes para frenar el avance del calentamiento de la atmósfera debido a la emisión de gases de efecto invernadero, GEI. La gota que derramó el vaso le hemos llamado.
Uno de los ecosistemas que captura la mayor cantidad de CO2 de la atmósfera después del océano (que inexplicablemente quedó fuera de los acuerdos tomados en París) son los humedales y de estos el manglar o bosques de marismas.
No solo eso. Siempre he platicado que después del calvario que resultó el paso del huracán Wilma para nuestra familia, me volví un ecologista furibundo. Las fotos de satélite y las boyas de la NOAA en Puerto Morelos demuestran que el arrecife sano, que absorbió el 90% de la energía del meteoro y el manglar, evitaron que la inundación pasará más allá de un kilómetro.
Fueron nuestros recursos naturales los que nos salvaron de una catástrofe, el famoso Doomsday del reloj de los científicos atómicos. En donde no hubo manglar inundaron por completo la ciudad. Wilma tenía la fuerza de 90 bombas de Iroshima y pasaron a tierra solo 8. Aun así los daños que dejó el huracán fueron por 4 mil millones de dólares.
Otros servicios ambientales de los manglares es que filtran el agua de sedimentos, previenen el paso de agua dulce hacia el arrecife (lo que le afectaría) y el paso de agua dulce que podría salinizar la tierra y adiós selva. Son refugio y alimento de pesquerías, aves, mamíferos, anfibios y reptiles.
El mangle ha sido considerado un pantano maloliente lleno de mosquitos. Es tierra muy barata y el inversionista busca la mayor ganancia. Así que se corta y se rellena. Según la FAO se ha desmontado el 40% de los bosques del mundo en los últimos veinte años. México está en el lugar número 6 como deforestador de bosques porque ya nos los habíamos acabado tras el paso de la Revolución Mexicana y las concesiones forestales otorgadas a generales en retiro.
Se estima que a lo largo de 5 mil años (desde que el hombre se volvió sedentario) la desaparición del terreno forestal en el mundo ha sido de 1800 millones de hectáreas, 360 mil al año en promedio. México es el país que mayor cantidad de mangle ha cortado en el mundo en los últimos 20 años. Tan solo 600 mil Ha en Quintana Roo.
El asunto de Tajamar se volvió trend topic en redes sociales el viernes pasado. El mensaje de la gente en Cancún, de nuestro país y en el mundo entero es claro: no queremos un desarrollo en ecosistemas críticos como el manglar.
Así lo manifestaron nuestro director para América Latina de Ocean Futures Society Rubén Arvizu y su presidente Jean Michel Cousteau. De inmediato el diario El País tomó el artículo de Rubén y lo replicó. ¿Qué pasa con nosotros? ¿Cuándo vamos a aprender? ¿Cuándo se reemplazará la codicia con el amor y la compasión?, escribió Rubén y fue un mazazo mediático.
Retuitearon sus mensajes la ONU, COP21, los científicos del clima, TVMonde, la BBC, Tele Sur de Argentina y Leonardo Di Caprio que tan solo tiene 10.6 millones de seguidores en el mundo. Gente como Maná, Eugenio Derbez, etc. se subieron al carro de la defensa del ambiente. Hay una lectura política y esto puede costarle al gobernador Borge la elección de su candidato e incluso la gubernatura al PRI en las próximas elecciones.
Sergio Sarmiento escribe que quienes nos oponemos a ello debemos de ser muy ricos porque no queremos una inversión de miles de millones de pesos y que creará empleos. Creo que el señor es un ignorante. No estamos de acuerdo con esa inversión en una zona de mangle a pesar de los argumentos de SEMARNAT y el gobierno de que es legal. Tiene los permisos que ¡ups! “nosotros no otorgamos fueron los panistas”. Disculpa también irrisoria.
No solo por los niños o quizás por ellos. La madre de uno de ellos abogada de profesión intentó enseñarles a los niños que en este país uno puede defenderse y que es un estado de derecho. Los incitó a promover el amparo, a botear para el 10% de la fianza que posteriormente ninguna afianzadora en Cancún quiso apoyarles. Es contra el gobierno era la disculpa.
“¿Ahora que le digo a mi hija? ¿Que no se puede hacer nada que en México no vale la ley?” Se preguntaba desconsolada ese 16 de enero pasado.
Jean Michel Cousteau escribe “hemos estado contaminando y destruyendo el ambiente, quemando combustible fósiles por décadas. Ahora sabemos que los humanos aceleramos los efectos del Cambio Climático natural y estamos dificultando enormemente nuestra sobrevivencia”.
Su padre Jacques Yves Cousteau escribió un año antes de morir: “Lo sorprendente, lo terrible, es que la gente sepa que sus gobernantes mienten y no hagan nada al respecto. Estamos atrapados en el círculo vicioso del saqueo: la degradación que hemos causado nos embota los sentidos y de este modo se auto perpetua.
“Con cada extinción de una especie, con cada destrucción de un paisaje, con cada corrupción de una masa de agua, la gente se da cuenta de que la vida es menos agradable, pero luego descubren que la desolación no es la muerte, que pueden sobrevivir y por fin se acostumbran adaptándose a una calidad de vida más baja. El empobrecimiento del medio ambiente corre paralelo al empobrecimiento del espíritu. Cada uno, es causa del otro, y ambos se agravan progresivamente”.
Mi conferencia de inicio de cursos en la UAM Xochimilco con el grupo de periodismo de mi hermano Raúl a quien le debo mi pasión por el periodismo fue ayer y no el jueves pasado como escribí la semana pasada.
La conclusión de los jóvenes fue que nadie nos debe decir cómo vivir, que hacer y qué consumir. Somos nosotros quienes decidimos y escogemos nuestro propio futuro. Nadie debe imponernos cómo actuar. No debemos ser espectadores de nuestra propia destrucción. No es cierto que irremediablemente el destino nos va a alcanzar. ¿Usted que opina querido lector?.