En declaraciones al término de un fragmento de la obra teatral de Leñero, que estará en temporada en el Círculo Teatral, del 14 de enero al 21 de febrero, Quintanilla comentó que por eso y por todo lo que representa Leñero es que accedió a trabajar en esa obra, escrita e 1981.
Recordó que la idea de este montaje le vino a Leñero luego de ver a dos personas, un hombre y una mujer de edad avanzada. “Nosotros decimos viejitos y la palabra viejito era para nosotros símbolo de ternura, porque todo ser humano necesita tener un viejo que pueda decir las palabras que los demás no se atreven a decir”, refirió el director.
Leñero al ver a esas dos personas se dio cuenta de algo maravilloso que era el silencio de estos dos seres humanos, el gran lenguaje de la comunicación, un silencio que significa amar al otro, respetar el silencio, acompañarse, cuidarse y vivir en la precariedad.
“Creo que Leñero tuvo una devoción por la palabra, creo que Leñero tenía una gran devoción de cómo sonaban las palabras, cómo estructuraba la palabra de acuerdo a los personajes que estaba planteando”
La puesta en escena dignifica la vejez y desmenuza los rasgos de carácter de los personas para traer una propuesta actual.
Fuente: Crónica