El chico consiguió llegar hasta Messi cuando éste se disponía a abandonar el terreno de juego y le pidió la camiseta.
Pese a la intervención contundente de los responsables de seguridad, el cinco veces ganador del Balón de Oro complació al seguidor antes de que se lo llevaran.
Leo pidió tranquilidad y se sacó al camiseta para dársela al espontáneo, que asimismo se las ingenió para abrazar cariñosamente a su ídolo, provocando una imagen inolvidable.
Fuente: Mundo Deportivo