Melodías de la tradicional marimba y cantos de un coro indígena en lengua Tzeltal al estilo mariachi acompañarán la misa que el Papa celebrará el próximo lunes 15 de febrero en la localidad mexicana de San Cristóbal de las Casas.
En entrevista Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de esa diócesis ubicada en el sureño estado de Chiapas, anticipó algunos detalles de la ceremonia que presidirá Francisco para unas 100 mil personas en el Centro Deportivo Municipal.
“Los cantos serán parte en español, con la música típica de Chiapas que es la marimba, y después se exhibirá un coro monumental de indígenas que cantan música tipo mariachi pero en tzeltal”, explicó.
“Además estamos proponiendo a la sede de la Iglesia católica incluir signos propios de la inculturación que no son folclóricos, sino maneras propias de hacer oración, como es una danza ritual que es una manera de rezar pero bailando”, agregó.
Precisó que el pontífice será recibido no sólo con el colorido de los trajes típicos de las diversas etnias, sino que durante la misa se rezará en las lenguas autóctonas más importantes como el tzeltal, que es hablado por medio millón de personas, el tzotzil por unas 300 mil y el chol por unas 150 mil.
Reveló que se han desbordado las peticiones de boletos para presenciar el acto, pero advirtió que en los campos sólo pueden entrar 100 mil personas y por eso los billetes ya están agotados.
Chiapas será la primera parada de Jorge Mario Bergoglio luego de su paso por la Ciudad de México. Permanecerá en el estado nueve horas y tiene previsto no sólo actos en San Cristóbal, sino también un encuentro con familias en Tuxtla Gutiérrez.
La diócesis de Arizmendi concentrará el más importante acto del Papa con los indígenas durante su viaje apostólico mexicano, que se extenderá del 12 al 18 de febrero.
El obispo anticipó también que Francisco aceptó su propuesta de almorzar con él, su obispo coadjutor Enrique Díaz y ocho representantes de diversas etnias: un sacerdote, una religiosa, un seminarista, una joven, un catequista con su esposa y un diácono permanente con su esposa.
Además el líder católico saludará y bendecirá a un grupo de enfermos y ancianos durante su recorrido por la catedral, que incluirá una breve visita a la tumba de Samuel Ruíz.
“Estamos insistiendo que el Papa va prioritariamente con los indígenas, pero no solo, porque la sociedad chiapaneca es cada día más pluricultural. La gente está desbordada y aunque no todos podrán estar en la misa, se están preparando para estar en las calles y ver pasar el papamóvil”, abundó Arizmendi.
Explicó que están previstos dos recorridos del papamóvil por las calles de San Cristóbal, uno de cinco kilómetros a la salida de la celebración eucarística y hacia la catedral. Otro más tendrá lugar después de la comida y se extenderá por dos kilómetros.
Confirmó que ya disponen de 10 mil jóvenes, la mayoría de ellos indígenas, quienes cumplirán labores voluntarias de orden en las vallas.
Reconoció sentirse sorprendido por la visita papal a México, porque jamás imaginó que Francisco decidiese viajar al país e incluir a Chiapas en su itinerario. Aseguró que existe mucho entusiasmo en la preparación y la gente “está desbordada”.
“Es una sorpresa que nos ha llenado el corazón y nos hace ver que para él existen prioridades reales que quiere inculcar con más profundidad a la sociedad y a la Iglesia, como son los pobres y los excluidos”, reconoció.
“Va a México por la Virgen de Guadalupe, pero también por otros tres temas: Los indígenas y los pobres en Chiapas, la violencia en Michoacán y el tránsito de inmigrantes hacia Estados Unidos en la frontera norte. También va a abordar otros asuntos, pero esos son fundamentales”, apuntó.
Fuente: Crónica