Explicó que la altura sobre el nivel del mar en que está la capital del país no permite la sobrevivencia del mosquito vector transmisor del virus del Zika, mismo vector del dengue y el chinkungunya.
Mencionó que al ser la Ciudad de México punto de entrada importante de viajeros, la Dirección de Vigilancia e Inteligencia Epidemiológica de la dependencia fortalece la vigilancia epidemiológica de la enfermedad, así como la detección de casos importados.
En un comunicado la institución detalló que entre esas acciones destacan la detección, notificación y seguimiento de los casos importados, así como el monitoreo de especies de mosquitos en 234 sitios de riesgo y 98 panteones, con la instalación de dos mil 422 ovitrampas.
También se ofrece capacitación a personal médico para la identificación y atención del padecimiento y se desarrollan medidas de difusión de avisos preventivos y epidemiológicos a las unidades de salud de la Secretaría de Salud, Sanidad Internacional, IMSS, ISSSTE, DIF, STC Metro e instituciones privadas.
La infección por virus Zika se caracteriza por comezón, conjuntivitis, dolor de cabeza, abdominal, de músculos y articulaciones, salpullidos, falta de apetito, vómito, diarrea, escalofríos y fiebre.
Al igual que el dengue y el chikungunya, la evolución del virus del Zika es por lo general leve y no requiere hospitalización. El tratamiento es sólo sintomático y consiste en aliviar el dolor y la fiebre.
Se recomienda principalmente a los viajeros avisar a las autoridades sanitarias del aeropuerto si padecen algún síntoma.
A la población en general se le pide a mantener los patios de las casas libres de depósitos de agua como charcos, llantas u otros recipientes donde pudiera almacenarse el agua.
De igual forma, mantener tapados los depósitos permanentes de agua como tanques, tinacos y cisternas y evitar el contacto con mosquitos a través del uso de repelentes. También usar mosquiteros en ventanas y pabellones para dormir.
Fuente: Crónica