Al asumir el cargo como ministra de la Primera Sala de la SCJN, Norma Lucía Piña Hernández, en sustitución de Olga Sánchez Cordero, dijo que su postura como tal no es simplemente el acto de juzgar como un trabajo, sino una forma de vida, porque como juzgadora, recalcó, no comparte las etiquetas ni los estereotipos, no tampoco su pretensión esencial la obtención de alguna de ellas, sino buscar la solución a los conflictos sin atender a los caprichos de una época.
“Es buscar la solución a los conflictos, en los valores y principios que consagra nuestra constitución, sin atender a los caprichos temporales de una época, esa es mi visión y en función y en función de esa visión, es como yo asumo mi responsabilidad como ministra de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación”
En su oportunidad, el otro nuevo ministro, Javier Laynez Potisek, dijo que el enorme interés público en el proceso de elección de nuevos ministros, es nuestra de una democracia sana donde a la ciudadanía le interesa lo que ocurre dentro de la Corte y la implicación práctica que esto tiene en su día a día.
“El reposicionamiento del ciudadano, individual o colectivamente, ha obedecido a un proceso político que decidió, la apertura del sistema jurídico nacional y su interrelación con el derecho e instancias internacionales”
De esta manera el Poder Judicial ha podido constituirse en un auténtico poder del Estado, uno que haga contrapeso al Ejecutivo y al Legislativo y permita ordenar un proceso federalista cada vez más vigoroso y complejo, puntualizó.
Por su parte el ministro presidente de la SCJN, Luis María Aguilar Morales, procedió a imponerles la toga y otorgarles el distintivo que acredita su calidad de ministros, no sin antes resaltar sus logros y méritos por los cuales fueron nombrados como nuevos ministros.
Fuente: MVS