Con Enrique Arturo Diemecke como director huésped y el talento al piano de Abdiel Vázquez, la OFUNAM ofreció un programa excelso y variado que incluyó obras de Joaquín Gutiérrez Heras, Sergei Rachmaninov y Johannes Brahms, anoche en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.
“Quiero pedirles un aplauso para la OFUNAM, que gracias a ustedes (público) celebra su 80 aniversario; son grandes músicos que vienen de generación en generación, por eso se ha mantenido la agrupación y porque llevan bien puesta la camiseta de la Universidad Nacional Autónoma de México”, aseguró Diemecke.
Enseguida, entre el público se empezó a escuchar el popular Goya! que, entonado al unísono, hizo vibrar el espacio y se unió a la euforia de la propia orquesta.
A pesar del fuerte frío, la sala de conciertos se sintió acogedora con la ejecución de la OFUNAM, que inició con la obra “Postludio”, de Joaquín Gutiérrez Heras (1927-2012), que en palabras del director, es una pieza hermosa que encierra total intimidad.
La OFUNAM ejecutó esa bella pieza para cuerdas en los que cada uno de los músicos puso su enorme pasión por la música, llevando al público a lo sublime de la composición de Gutiérrez Heras.
Después se interpretó el Concierto para piano no. 4 en sol menor, op. 40, de Sergei Rachmaninov (1873-1943), con la participación del pianista mexicano invitado, Abdiel Vázquez, quien conquistó a los asistentes con una excelsa interpretación.
El concertista tocó maravillosamente el piano con una sutileza cautivadora, dándole a la pieza especial encanto.
Para terminar el concierto, la agrupación interpretó la obra “Sinfonía no. 4 en mi menor, op. 98”, de Johannes Brahms (1833-1897), de la cual se desprenden los movimientos I Allegro non troppo, II Andante moderato, III Allegro giocoso – Poco meno presto- Tempo I y IV Allegro enérgico e passionato –Piú allegro.
Fuente: Crónica