Arabia Saudita anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Irán tras las fuertes críticas del gobierno iraní por la ejecución del prominente líder religioso chíita Nimr Baqr al Nimr, y después de las violentas manifestaciones del sábado y este domingo frente a su embajada en Teherán, que dejaron 44 detenidos.
Irán calificó de apresurada la decisión de Riad. En el pasado los sauditas ya han causado inestabilidad en la región con actitudes igual de irracionales, expresó el viceministro iraní de Relaciones Exteriores, Hussein Amirabdullahian.
Estados Unidos exhortó a los líderes de Medio Oriente a adoptar medidas para calmar las tensiones en la región, luego de que Arabia Saudita ejecutó a un clérigo chiíta. Estamos al tanto de que el gobierno saudita ordenó el cierre de las misiones diplomáticas iraníes en el reino, señaló John Kirby, vocero del Departamento de Estado.
El canciller saudita, Adel al Jubeir, calificó de violación flagrante a todas las convenciones internacionales los ataques de manifestantes a la embajada de su país en Teherán y al consulado en la ciudad de Mashad. Además, informó que todos los diplomáticos iraníes debían salir de Arabia Saudita en un plazo de 48 horas.
Riad rechazó las críticas de la república islámica por la ejecución de Al Nimr, al considerar que Teherán carece de calidad moral para acusar a otros de actos de terrorismo, y calificó a Irán de país sin vergüenza por apuntar la cuestión de los derechos humanos, cuando lleva a cabo ejecuciones sin un marco legal claro.
La ejecución de Al Nimr, cuya muerte provocó violentas protestas en Irán y otros países de la región, ocurrió en el contexto de las 47 ejecuciones efectuadas el sábado en el reino saudita que incluyeron a yihadistas sunitas condenados por su implicación en atentados perpetrados en 2003 y 2004, reivindicados por Al Qaeda.
Este domingo, unos 400 manifestantes se congregaron frente a la embajada saudita en Teherán después de que fue asaltada e incendiada durante la noche. El presidente iraní, Hassan Rohani, condenó los injustificables ataques contra la embajada y el consulado saudita.
Los manifestantes quemaron banderas de Estados Unidos e Israel y corearon: ¡muerte a Al Saud, la dinastía sunita que dirige Arabia Saudita.
El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, auguró que habrá una venganza divina sobre los políticos que condenaron a Al Nimr.
Miles de chiítas se manifestaron nuevamente en Pakistán, India, Líbano, Bahrein, Yemen, Irak y otros países de Medio Oriente para exigir justicia por la muerte del líder religioso chiíta.
Hasán Nasralá, máximo líder del grupo chiíta libanés Hezbolá, dijo que los gobernantes sauditas no aceptan críticas y que por eso decidieron ejecutar a Al Nimr, lo que equivale a un crimen grave que no se puede tomar a la ligera, y advirtió que la injusta ejecución traerá el fin del gobierno de Arabia Saudita.
Al Nimr fue condenado a muerte en octubre de 2014 por sedición, desobediencia al soberano y tenencia de armas, al ser el líder de una protesta en 2011 contra el gobierno saudita.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se declaró profundamente consternado por la ejecución masiva en Arabia Saudita y llamó a la calma.
Francia y Alemania también condenaron las 47 ejecuciones.
Fuente: La Jornada