El funcionario, quien solicitó el anonimato debido a que no está autorizado a hablar sobre el caso, dijo que la policía «trabaja en la hipótesis» de que el hombre es Alí Salá, de Casablanca, y que las huellas dactilares del atacante abatido encajan con las del hombre arrestado por robo en 2013.
Aclaró que persisten dudas debido a que el cuerpo del atacante lucía mayor a los 20 años de edad.
La policía francesa mató al hombre armado de un cuchillo de carnicero que este jueves 7 de enero intentó atacar una comisaría de París al grito de «Alá Akbar», cuando se cumple exactamente un año del atentado yihadista contra la revista Charlie Hebdo.
El agresor llevaba «un papel con la bandera» del grupo yihadista Estado Islámico y una «reivindicación manuscrita inequívoca» en árabe, indicó el fiscal de París François Molins, precisando que, en vista de esos elementos, la sección antiterrorista de la fiscalía fue encargada de la investigación.
Este ataque tuvo lugar pocos minutos después de un discurso del presidente François Hollande, que pidió a los servicios de seguridad franceses mayor cooperación ante el riesgo de atentados.
El hombre, armado con un cuchillo de carnicero, intentó agredir a un policía en la entrada de la comisaría. Llevaba también un cinturón de explosivos, pero éste resultó ser falso.
El cuerpo del hombre, vestido con un abrigo oscuro y pantalones vaqueros, quedó tendido en la acera, delante de la comisaría. Bajo el abrigo llevaba un pequeño bolso pegado con cinta adhesiva del que pendía un cable. Un robot de los artificieros permitió comprobar que el dispositivo no contenía explosivos, indicaron fuentes judiciales.
El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, se trasladó a la comisaría.
Los hechos ocurrieron en el barrio popular la Goutte d’Or, sector multiétnico del norte de París, en el distrito 18 de la capital. Este sector, al igual que el barrio de negocios de La Defensa, fue mencionado como blanco potencial de los yihadistas que cometieron los atentados del 13 de noviembre contra el Estadio de Francia, restaurantes del este de la capital y la sala de espectáculos Bataclan.
Reka Polonyi, una profesora universitaria de 30 años, contó a la AFP que vio a dos policías «gritarle a un hombre que avanzaba rápidamente hacia ellos».
«Como él seguía acercándose, los policías lo abatieron cuando estaba quizás a dos o tres metros», dijo la testigo.
Tras los tiros, Shany Hasraf, empleado de un comercio cercano afirmó que hubo confusión.
«La gente se puso a correr por todos lados», dijo.
El jueves por la mañana, François Hollande había evocado la necesidad de reforzar aún más las medidas de seguridad ante la amenaza de atentados yihadistas.
«La gravedad de la amenaza exige aumentar aún más» la seguridad, dijo en un discurso de Año Nuevo pronunciado ante miembros de la policía, la gendarmería y el ejército.
Los atentados de noviembre de 2015 llevaron a François Hollande a decretar el estado de emergencia, en medio de críticas a la actuación de los servicios de seguridad.
Una de esas críticas concierne la protección de la redacción de Charlie Hebdo, que fue objeto de amenazas antes de la matanza del 7 de enero de 2015.
Hollande confirmó el jueves que se está preparando un nuevo proyecto de ley para reforzar la seguridad.
Entre las medidas incluidas en ese texto, el presidente francés citó la flexibilización de las normas que enmarcan los controles de identidad, los registros de personas y vehículos y los allanamientos, así como el arresto domiciliario para los jóvenes radicalizados que regresen de Siria y de Irak.
Se trata de reforzar «de manera perenne las herramientas y medios puestos a disposición de las autoridades» fuera del marco temporario del estado de emergencia instaurado tras los atentados del 13 de noviembre, según fuentes de la presidencia francesa.
«El estado de emergencia en una democracia no está destinado a durar», recalcó el jueves Hollande.
El 7 de enero de 2015, los hermanos Chérif y Said Kouachi mataron a doce personas en la sede de la redacción Charlie Hebdo. En los días siguientes, Amédy Coulibaly, ligado a ellos, mató a una policía e hizo una toma de rehenes en un supermercado kósher, en el que mató a cuatro personas. Tres policías figuran entre las 17 víctimas de esos atentados.
Esta semana, el presidente inauguró tres placas conmemorativas en memoria de las víctimas y una cuarta será inaugurada el sábado.
Las conmemoraciones terminarán el domingo con una manifestación organizada en la plaza de la República.
Fuente: El Economista