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¿2016? ¡Una Nueva Oportunidad!

Publicado por
José Cárdenas

Cuentos Políticos Por: Francisco Martín Moreno

 

 

 

 

El inicio de un año implica nuevas oportunidades, la presencia de otras alternativas, mejores posibilidades para construir, cambiar, modificar, reformar, materializar y también, claro está, se cuenta con la opción de alterar las rutas, de buscar nuevos derroteros y dar golpes de timón para dirigir la nave de nuestra existencia hacia otros confines porque al fin y al cabo, la vida misma es, o al menos debe ser, una búsqueda permanente.

Los mexicanos –todos los mexicanos- contamos en este 2016 que comienza a tambor batiente, con la posibilidad de ser mejores patriotas en todos los niveles de la sociedad, de modo que el comerciante ya no venda kilos de 800 gramos o alimentos caducos sin pensar en la salud de sus clientes. El capitán de empresa ya no deberá continuar practicando la defraudación impositiva como si se tratara de un deporte nacional ni el columnista mercenario tendría por qué insistir en enajenar su articulo por un puñado de pesos como lo hace el periodista corrupto que chantajea a través de sus publicaciones o por medio de su dicho en la radio o en la televisión al ocultar la información, vendiéndola o distorsionándola con tal de embolsarse más y más dinero negro.

El intelectual tendría que abstenerse de vender su inteligencia y sus conocimientos al Estado para defender lo indefendible, actitud de renovación ética que deberían asumir quienes cultivan sustancias narcóticas, las procesan o las venden en las puertas de las escuelas o entre la sociedad adicta como igualmente debería reaccionar el abogado que se vende a su contraparte, así como tendría que hacerlo el candidato que olvida lo prometido a lo largo de las campañas electorales tan pronto se coloca la banda presidencial en el pecho…

¿Y el cirujano que opera ávido de pesos sin justificación clínica alguna o el ingeniero que instala alambrón y cobra varilla sin reflexionar en la seguridad de sus clientes pero sí en la magnitud del negocio, o el propietario de un laboratorio que produce y distribuye medicamentos prohibidos por la Organización Mundial de la Salud? ¿Y el agricultor que utiliza fertilizantes cancerígenos con tal de aumentar sus niveles de producción agrícola y con ello sus ganancias o quien introduce mercancías de contrabando al país sin reparar en que atenta contra las fuentes de trabajo de sus semejantes y contra el Estado en general? ¿Y el funcionario que usa y abusa de sus facultades legales al vender la resolución, el contrato o el permiso con ánimo de lucro? ¿Y el político venal que cobra lucrativas comisiones, tan gigantescas como ilícitas, al otorgar contratos manipulados de obras públicas? ¿Y las familias de los funcionarios que disfrutan el botín robado a la nación? ¿Y el gobernador que contrata deudas falsas para enriquecerse? ¿Y el juez que interpreta la ley de acuerdo al importe de los billetes depositados en el cajón del escritorio desde donde se debe impartir justicia? ¿Y el legislador que suscribe iniciativas contrarias a sus convicciones y adversas a los intereses de quienes lo llevaron mayoritariamente a ocupar una curul en el Congreso? ¿Y la policía que asesina, amenaza, roba, tortura y secuestra o pierde a los detenidos tan pronto encuentra el botín? ¿Y el cura que se roba las limosnas…?

Es evidente que los mexicanos debemos cambiar radicalmente en este 2016 y subsecuentes. Tenemos todo para lograrlo, sólo hace falta que en algún año contemos con un auténtico Estado de Derecho…

 

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José Cárdenas

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