Mucho ha batallado la NFL para controlar esta clase de incidentes y los procesos de recuperación cada vez son más estrictos, pues las consecuencias para el atleta que se conmocionó con frecuencia derivan en cuestiones tan delicadas como el Traumatismo Craneoencefálico Crónico (CTE).
En 2015, el balance presentó 271 infortunios cerebrales, 81 sucedieron en pretemporada y 190 durante el calendario regular; sin embargo, la NFL vio con buenos ojos este aumento pues significa que hay “un cambio cultural positivo”, indicó la doctora Betsy Nabel de acuerdo con el “Boston Globe”.
En conferencia telefónica, diversos miembros del Comité Médico de la Liga, incluida Nabel, detallaron que buena parte de estos casos se deben a que los mismos jugadores reconocen posibles síntomas y provocan que los cuerpos médicos de sus respectivos equipos los inscriban en el protocolo de rehabilitación correspondiente.
Asimismo, en el informe se explicó que la mayoría de conmociones se dieron en golpes casco a casco (92 en temporada regular), la siguiente causa más común fue el impacto contra el terreno de juego (29), seguido de choques contra el hombro (23).
En cuanto a las víctimas del ligamento colateral medial, hubo un total de 170 casos entre pretemporada y calendario regular; en los tres años anteriores, jamás pasaron de 139.
El quarterback de Cuervos de Baltimore, Joe Flacco; el de Titanes de Tennessee, Marcus Mariota; el corredor de Osos de Chicago, Matt Forte; y el propio “Big Ben” fueron algunos que batallaron con una lesión en dicha zona.
Fuente: Vanguardia