La Secretaría de Seguridad Pública del DF no invirtió para la instalación y operación de los nuevos radares de velocidad y los equipos para realizar fotomultas; una empresa privada, que ganó una licitación, fue la encargada de asumir los costos.
El 40 por ciento de lo recaudado por las multas será destinado a la empresa que ganó la licitación con el propósito de que recupere su inversión lo cual podría ocurrir en dos años. El sesenta por ciento restante será destinado para obra pública y proyectos a favor de la ciudadanía.
Almeida dijo que las multas captadas por los radares de velocidad son revisadas por la Subsecretaría de Tránsito para evitar abusos o infracciones mal impuestas. Durante 2015 ocurrieron poco más de 300 muertes relacionadas con accidentes de tránsito y se espera que los accidentes disminuyan dramáticamente con la puesta en marcha del nuevo reglamento.
Fuente: Excélsior