Aviones rusos bombardearon 424 objetivos del Estado Islámico (EI) en Siria durante 121 vuelos de combate en los últimos dos días,destruyendo cerca de Damasco el sistema antiaéreo Osa que los yihadistas arrebataron al Ejército sirio.
Entre los objetivos atacados figura un edificio en las afueras de Raqqa, que fue destruido por un bombardero Su-34 tras haber recibido información que apuntaba que allí se celebraba una reunión de comandantes del EI, precisó el vocero del ministerio, Igor Konashenkov.
La aviación rusa también destruyó en la norteña provincia de Idlib 20 camiones cisterna del EI destinados al contrabando de crudo a Turquía, indicó Konashenkov, citado por la agencia rusa de noticias Sputnik.
Asimismo, bombarderos Su-25 destruyeron dos piezas de artillería y un arsenal en la provincia de Hama, así como carros de combate en Alepo, mientras cerca de Damasco atacaron el sistema antiaéreo Osa que los yihadistas arrebataron a las fuerzas gubernamentales sirias.
Las BetAB-500 son bombas de caída libre con capacidad para destruir búnkeres y atravesar muros de hormigón armado y que tienen un radio de destrucción de 50 metros.
Este proyectil ha sido utilizado por la aviación de combate rusa en varias ocasiones desde que comenzó su campaña de ataques aéreos contra posiciones del EI en territorio sirio.
Desde el pasado 30 de septiembre, Rusia, aliada del régimen de Damasco, desarrolla una campaña de ataques aéreos en el territorio sirio, en la que es su primera intervención militar directa en el conflicto en este país desde su inicio en 2011.
Los objetivos de los bombardeos rusos son posiciones de grupos como el EI, el Frente al Nusra (rama de al Qaeda en Siria) y otras organizaciones terroristas proscritas en Rusia y otros países.
Fuente: Excélsior