Con la primera película, Una nueva esperanza (1976), comienza el auge del cine de entretenimiento o cine comercial, y toma más fuerza el término ‘películas de culto’.
Influenciado por películas como Metrópolis (1927), La Fortaleza escondida (1958), Lawrence de Arabia (1962), o 2001, Una odisea en el espacio (1968), y libros como El Héroe de las mil caras, de Joseph Campbell (un intelectual estadounidense conocido por sus estudios sobre mitología y comparación de religiones entre Oriente y Occidente), George Lucas creó un mundo fantástico, con iconografía propia, música orquestal de gran calidad, y un sinúmero de detalles que le dieron a su historia un misticismo que perdura hasta hoy.
Cada vez que le pregunte a un fanático de Star Wars por qué le gusta la saga, una de las primeras respuestas será: por las peleas de sables. Se trata de un arma que impactó a todos con su luz fluorescente, y su característico sonido.
4. Por los efectos especiales
Siguiendo con el sable de luz, hoy puede parecer fácil hacer el efecto de movimiento, pero en los setenta tuvieron que crearlo cuadro a cuadro en cada escena.
Con respecto a los demás efectos, aunque ya existía el croma, este tenía resultados poco reales. Entonces decidieron no usarlo y hacer las escenas de efectos con maquetas, muchas de las cuales se terminaron destruyendo para lograr el efecto de las explosiones en el espacio.
El momento más especial de cada película de Star Wars es el opening, cuando salen las letras amarillas volando sobre del espacio, y suena Rebel Blockade Runner de fondo, para transportarnos a la Galaxia muy, muy lejana.
La historia contrapone las ideas del bien y del mal, tomando ideas del zen, del budismo, judaísmo, cristianismo
El mensaje más importante es que la línea que separa el bien y el mal es muy delgada, pero que siempre debe combatir la maldad o el negativismo. Además, que el poder grupal y la unión tienen buenos resultados.
Fuente: Redacción