El papa Francisco ha certificado el milagro necesario para santificar a la Madre Teresa de Calcuta, señaló el Vaticano el viernes. El proceso concedería de la religiosa, que cuidó de los más pobres entre los pobres, el mayor honor de la Iglesia católica apenas dos décadas después de su muerte.
Francisco aprobó un decreto atribuyendo un milagro a la intercesión de la Madre Teresa durante una audiencia el jueves, su 79no cumpleaños, indicó el Vaticano.
No se fijó una fecha para la canonización, pero los medios italianos han especulado con que la ceremonia podría realizarse en la primera semana de septiembre para coincidir con el aniversario de la monja y enmarcar el acto en el año santo de la Misericordia declarado por Francisco.
«Esto es una noticia fantástica. Estamos muy felices», dijo Sunita Kumar, portavoz de las Misioneras de la Caridad en la ciudad oriental de Calcuta, donde trabajó y vivió la religiosa.
La Madre Teresa, ganadora del Nobel de la Paz, murió el 5 de septiembre de 1997 a los 87 años. En ese momento su orden tenía casi 4 mil monjas y gestionaba unos 600 orfanatos, comedores sociales, refugios para indigentes y clínicas en todo el mundo.
Francisco, que en su pontificado se ha centrado en atender a los pobres como hizo la Madre Teresa, es un conocido admirador de la religiosa. Durante su visita a Albania en septiembre de 2014, Francisco confió a su intérprete que no solo estaba impresionado por la fortaleza de la monja, sino que en cierto modo la temía.
Francisco rememoró que había conocido a la Madre Teresa, de etnia albana, cuando ambos acudieron a un sínodo de obispos en el Vaticano en 1994. En ese momento él era el arzobispo Jorge Mario Bergoglio.
«Bergoglio tenía a la Madre Teresa detrás de él, cerca, y la oyó intervenir a menudo con gran fuerza, sin dejarse intimidar de ningún modo por esta asamblea de obispos», contó más tarde el portavoz del Vaticano, el reverendo Federico Lombardi. «Y a partir de eso desarrolló una gran estima por ella, como mujer fuerte, como mujer capaz de dar un testimonio valiente».
Pero Bergoglio, que ha expresado desde hace tiempo su admiración por las mujeres que le criaron y le enseñaron, añadió: «Me habría dado miedo tenerla como mi superior, por ser tan dura».
Fuente: Azteca Noticias