Con sus temporadas de primavera y de otoño, en las que se programaron dos ciclos (Narradores al teatro y Los grandes personajes 3 clásicos, 3 generaciones de directores), así como los 21 estrenos de obras como Melville en Mazatlán, El último encuentro y Posada es el nombre del juego, entre otras, se realizó un total de 733 funciones, que registraron un total de 95 mil 460 asistentes en este año 2015.
Estos registros, en opinión del titular de la Dirección de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Singer, son altos para los estándares del teatro mexicano.
«Nosotros tenemos tres misiones, una de ellas es buscar nuevas fronteras en el teatro y hacer programas que permitan la incorporación de nuevas estéticas, así como de experimentación en general. La segunda es la difusión de la cultura, propiciar que las expresiones contemporáneas y clásicas lleguen a la población. La tercera consiste en estimular el trabajo de los jóvenes y apoyar su profesionalización», dice Singer.
Explica que la UNAM tiene cuatro espacios teatrales en los que tradicionalmente se programa y se producen obras con una curaduría que permite darle un sentido a cada temporada: Teatro Santa Catarina, Foro Sor Juana Inés de la Cruz, el Teatro Juan Ruiz de Alarcón y Carro de Comedias.
Esta actividad va acompañada de jornadas de reflexión, que se llevan a cabo con programas como el Aula del Espectador y tienen como propósito invitar al público a hacer una reflexión teórica sobre el quehacer teatral desde el punto de vista del espectador. Para asistir a esta aula es requisito pertenecer al Club de Entusiastas de Teatro/UNAM que tiene registradas a casi 13 mil personas.
Por su parte, el Festival Internacional de Teatro Universitario (FITU) con 23 años de existencia ha consolidado su colaboración con compañías de países como EU, España, Chile, Alemania y Argentina. Tras su convocatoria de este año se registraron 115 obras, 122 funciones y una asistencia de más de 15 mil personas incluyendo intervenciones escénicas, lecturas dramatizadas, Carro de Comedias e Incubadoras de Grupos Teatrales.
«El teatro —dice Singer— apoya, estimula o desarrolla distintos facetas en el individuo: el trabajo colectivo, la investigación tanto artística como social según el tema que aborde la obra y, es un mecanismo de expresión, por eso ha sido muy importante para nosotros apoyar esta vertiente del quehacer teatral que se realiza en escuelas y facultades de diferentes carreras, que no son profesionales del teatro».
Añade que este año que culmina se realizaron en esta institución 18 actividades multidisciplinarias como intervenciones escénicas, lecturas dramatizadas y teatralizadas; actividades que reunieron más de 3 mil personas; también se impartieron siete talleres a 109 personas, éstos fueron de Clown, Mecanismo de comedia, Impro, Voz y Actuación realista.
El apoyo a la profesionalización de los jóvenes se realiza con el programa Incubadoras de Grupos Teatrales, en el que participaron cinco obras con 49 funciones y casi 3 mil espectadores. «Este proyecto es muy importante porque el brinco que hay entre la escuela y la vida profesional es muy fuerte, doloroso, duro, por tanto lo que nosotros estamos propiciando es la creación de grupos profesionales de jóvenes.
«La asesoría dura un año con tutor profesional, quien los guía en la búsqueda de dinero y la conformación del equipo, crean una obra, se les da el apoyo del 30% de la producción, y el 70% restante lo deben buscar a través de los instrumentos que estén a su alcance, becas, venta de boletos, fiestas, no sé, se trata de estimular esta gestión. El objetivo es empujarlos y que aprendan el camino», explica Singer.
Acerca de la permanencia de estos programas y de los posibles cambios que haya en las diferentes direcciones que conforman la UNAM, frente a la llegada del nuevo rector, Enrique Graue Wiechers, Singer señala que se harán los cambios que sean necesarios. «Hacia donde se va es motivo de una reflexión, creo que debe basarse en un nuevo diagnóstico y el constante replanteamiento de hacia dónde se debe ir, tomando en cuenta la nueva realidad, capitalizando la existencia de estos proyectos que ya están cimentados, para adecuarlos a la realidad, creo que es el único camino que puede garantizar una evolución positiva del país, la evolución».
Fuente: Milenio