Decenas de miles de militantes partidarios de la presidenta Cristina Fernández se concentraron el miércoles en Buenos Aires para decirle adiós en su último día en el poder, en medio de una controversia con su sucesor Mauricio Macri cargada de drama como epílogo de una era que polarizó a Argentina.
Esta telenovela política terminó con final en la justicia y sin beso. Pero ella se dió un baño de multitudes que la siguieron por pantallas gigantes desde la Plaza de Mayo, mientras develó un busto del ex mandatario y esposo Néstor Kirchner (2002-2007) en su último acto tras ocho años de gestión de la primera presidenta elegida por voto popular.
En un hecho inédito en Argentina, Fernández no asistirá el jueves a la jura de su sucesor tras defender el traspaso de mando con banda y bastón presidencial en el Congreso en apego a la Constitución, mientras Macri quiso que esa parte de la ceremonia fuera en la Casa de Gobierno, en respeto a una «tradición política histórica».
Fuente: La Jornada