El mar crece año tras año, milímetro a milímetro. Nutridos por la fusión de los glaciares y las capas de hielo, y desbordados por la expansión del agua debido al calentamiento del planeta, los océanos del mundo han aumentado un promedio de 20 centímetros respecto de la altura que tenían hace un siglo. Y el cambio apenas comienza.
Científicos de la NASA advierten que las proyecciones recientes son excesivamente conservadoras: desde 1992, el nivel del mar ha aumentado un promedio de 7.5 centímetros en todo el mundo. Hace tres años, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) informó que, para 2100, el nivel marino podría crecer entre 28 y 98 centímetros, dependiendo del volumen de emisión de gases de invernadero.
Pero aunque las emisiones se estabilicen y el calentamiento global se limite a no más de 2°C, científicos de NASA afirman que los océanos alcanzarán niveles que transformarán las costas del planeta en los siglos venideros.
“Debido al calentamiento futuro, podríamos enfrentar un incremento marino de varios metros” en los próximos siglos, dice Eric Rignot, glaciólogo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de NASA (JPL, por sus siglas en inglés) en Pasadena, California. “Hablamos de unos 6 metros y más. El nivel del mar podría aumentar medio metro cada siglo; incluso varios metros por siglo. No lo sabemos”.
Dado que las proyecciones de IPCC no contemplaron la fusión del hielo terrestre, los científicos de NASA señalaron recientemente que las interrogantes de cuánta y cuán acelerada será dicha fusión son de la mayor importancia.
“Nuestro escenario actual es distinto del que teníamos en 2012, cuando se dio a conocer la última evaluación de IPCC”, informa Steve Nerem, ingeniero aeroespacial de la Universidad de Colorado, Boulder. “Los niveles marinos aumentan más rápido que hace 50 años y es muy probable que la situación empeore. La mayor incertidumbre para predecir el incremento marino futuro estriba en la celeridad de la fusión de las capas de hielo polar a consecuencia del calentamiento”.
Ocho de las diez metrópolis más grandes del mundo son ciudades costeras. Así que, durante los próximos siglos, el aumento del nivel oceánico amenazará a Tokio, Nueva York, Shanghái, Mumbai y otras megalópolis.
Los científicos han implementado una gran variedad de instrumentos para estudiar el problema, incluyendo sistemas aéreos de radar capaces de detectar cambios de elevación oceánica de apenas el grosor de una moneda, y desde una altitud de 12,000 metros.
El 26 de agosto, la NASA dio a conocer una visualización gráfica computarizada basada en 22 años de datos satelitales. Aunque el nivel del mar ha aumentado un promedio de 7.5 centímetros en las dos décadas pasadas, corrientes complejas y otras fluctuaciones naturales han ocasionado que las aguas disminuyan en otras regiones, sobre todo en la costa occidental de Estados Unidos. Sin embargo, los científicos opinan que, probablemente, esa tendencia se invertirá durante la próxima década, de suerte que el mar de la costa del Pacífico crecerá con más celeridad que el promedio global.
Cuánto más rápido, dependerá de lo que suceda con el hielo terrestre de todo del planeta. Sin embargo, la dinámica que rige la evolución de los glaciares y las capas de hielo yace oculta bajo miles de metros de hielo; por ello, los investigadores aún no saben cuán rápido se está derritiendo la parte inferior de los glaciares debido a la acción de las aguas templadas. La semana pasada, imágenes satelitales revelaron que un fragmento de 13 kilómetros cuadrados se había desprendido del enorme glaciar Jakobshavn, en el oeste de Groenlandia; y por sí solo, ese glaciar contiene suficiente hielo para elevar el nivel marino más de 30 centímetros.
“Jamás habíamos visto algo de esa escala”, confiesa Rignot. “Me impresionó muchísimo”. El desprendimiento gigante demuestra que la pérdida de hielo no es siempre –o siquiera, típicamente- un proceso gradual. “Las proyecciones IPCC producen escenarios conservadores sobre la descomposición de las capas de hielo. La razón es que sus modelos aún no incluyen la fusión acelerada [del hielo] en el mar, la cual predominaría en épocas de retroceso acelerado o catastrófico de las capas de hielo”, agrega Rignot.
Un investigador describió un nuevo proyecto a cinco años que explorará una de las grandes interrogantes del cambio climático: ¿Con cuánta rapidez se derrite la capa de hielo de Groenlandia?
Josh Willis, oceanógrafo de JPL responsable de la iniciativa, dijo que la nueva misión de NASA ayudaría a los científicos a entender qué sucede cuando las aguas templadas erosionan la parte inferior de los glaciares groenlandeses. El proyecto lleva por nombre Oceans Melting Greenland (Los océanos derriten Groenlandia), con las siglas OMG. “Lo elegí mientras borraba viejos textos de mi celular”, revela Willis.
La primera etapa de OMG inició este verano, cuando un pesquero readaptado utilizó un sónar para producir un mapa de los cañones submarinos excavados por antiguos glaciares en un fiordo del oeste de Groenlandia. El equipo de científicos opina que dichos cañones conducen agua templada hacia la base de los glaciares. El próximo año, dos jets Gulfstream de NASA, especialmente equipados, emprenderán una misión de cinco años para cartografiar, con radares, más de 90 por ciento de la costa groenlandesa. El mapa proporcionará el registro más preciso, a la fecha, sobre el retroceso anual de los glaciares que componen la capa de hielo. Asimismo, los aviones soltarán 250 sondas que medirán la temperatura y salinidad en el borde de la capa de hielo, a una profundidad de 900 metros.
Fuente: NatGeo