El Gobierno del Distrito Federal (GDF) analiza aplicar un programa de tarifas para obligar a los automovilistas a pagar por ingresar a puntos específicos de la ciudad, en especial en la zona del centro.
La titular del Nuevo Modelo de Movilidad, Laura Ballesteros, informó que la medida tendría como objetivo reducir el uso de los vehículos y, con ello, evitar la conglomeración en horas pico.
El modelo está basado en la llamada “tarifa de congestión” impuesta en Londres. En aquella ciudad, los conductores que circulan en la zona central deben pagar 8 libras, equivalentes a 203 pesos mexicanos. Quien no pague dicho impuesto recibe una multa de 50 libras, es decir, mil 272 pesos.
La tasa para ingresar a la zona delimitada en Londres solo aplica de las 7 de la mañana a las 6 de la tarde y, hasta hace unos años, el gobierno buscaba cobrar tarifas más altas para los vehículos que contaminaban más.
Al respecto, Laura Ballesteros señaló que para aplicar la medida en la capital mexicana es indispensable abrir una mesa técnica en la que participen especialistas en movilidad y los propios conductores.
“Nosotros vamos a empezar a analizarlas con expertos, sobre todo nos interesa hablar con los usuarios del coche. Durante los últimos 15 años se ha estado discutiendo la agenda de movilidad de manera amplia, pero siempre entre los mismos, siempre entre quienes conocen la agenda, de quienes son académicos, expertos, activistas y se ha cometido la falta de no hablarles los usuarios del coche”, dijo.
Para Ballesteros, el plan no suena tan mal, sobre todo porque los habitantes de Londres lo vieron como una forma de congestionar menos las vialidades.
En el Distrito Federal, advirtió, se deben retomar este tipo de políticas, porque no se puede “tapar el sol con un dedo”.
La titular de la nueva dependencia —la cual fue creada apenas en julio pasado— señala que, de aceptar dicho mecanismo, a los automovilistas se les prometerá llegar más rápido a sus traslados o, en todo caso, se les motivará para que usen el transporte público para evitar el pesado tránsito.
“Lo más importante es hablar con el usuario del automóvil y comenzar a construir una solución juntos, porque no va haber una manera de terminar con la congestión si el usuario no se quiere bajar del coche y si no ve otros sistemas de transporte como una opción”, precisó.
Ballesteros dejó claro que la decisión no está tomada e incluso indicó que ni siquiera se ha discutido al interior del gobierno.
El tema, explicó, será retomado en dos foros que se desarrollarán en este mes y en enero del próximo año. En dichos espacios participarán el Centro Mario Molina y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Es una discusión que se va a empezar a tener con expertos, con usuario de automóvil, porque vamos a encontrar una solución juntos. No queremos que el usuario de coche piense que todos los avances que ha tenido la ciudad en materia de movilidad son nada más para un sector”, lanzó.
Fuente: Crónica