Robótica Recreativa es un proyecto dirigido a demostrar de la manera más simple lo que es la robótica y la tecnología, y por medio de ciencia básica lograr que objetos se muevan, enciendan o hagan lo que uno busca.
En la exposición Robótica Recreativa que se presenta en la 22a Semana Nacional de Ciencia y Tecnología realizada en el Zócalo de la ciudad de México y organizada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), se busca abordar a los niños y jóvenes con ciencia, robótica y tecnología pero conformada por elementos reciclados de objetos caseros, de manera en que todos puedan entender la tecnología.
Los desarrollos presentados por Robótica Recreativa encierran las distintas disciplinas de la ciencia y la tecnología como la mecánica, electrónica, electricidad y la pedagogía.
«Nosotros usamos un lenguaje y métodos accesibles para que todos entiendan, pero sin perder el respeto o línea que se sigue con la tecnología. Intentamos que los jóvenes y niños construyan sus conceptos sobre amperaje, voltaje, tiempo y demás», indicó José Valencia, integrante del proyecto.
El ser humano no quiere hacer cosas repetitivas, trata de innovar siempre. Antes el trabajo que no se quería realizar, lo hacían los esclavos. Las cosas y la sociedad han avanzado, por lo que ahora los robots o las máquinas son los que realizan esas tareas repetitivas o arriesgadas.
Un robot puede reprogramarse y hacer muchas operaciones, ese es el beneficio; sin embargo, se ha descuidado una parte, que es la enseñanza de la robótica y de la tecnología, considera José Manuel Valencia.
“El ser humano tiene que saber sobre robótica, todos deberían. Es como hablar sobre derechos o medicina, es una parte común y esencial en nuestra vida. En Robótica Recreativa buscamos no ver la parte difícil, sino el lado que muestra lo que podemos aprender de ella”, expresó.
Este grupo de divulgadores de la robótica hace uso de materiales reciclados y aprovecha los beneficios que ciertas cosas ya construidas pueden ofrecer, “por ejemplo, este faro está hecho del tubo de un rodillo de telar, tiene engranes, un generador y otros elementos, en este tipo de pequeña tecnología podemos aprender el principio de qué es la corriente directa. Tenemos desde lo más sencillo hasta lo más complicado, como las celdas solares que permiten a través de la luz solar girar motores”, añadió.
Durante el evento, Robótica Recreativa presentará sencillos y sofisticados desarrollos. “La energía solar es aprovechada gracias al ingenio del hombre y de la mujer (…) logramos acumular la energía”, comentó.
En el caso de uno de los paneles solares que presentarán durante toda esta semana en el Zócalo, recibe un máximo de 22 volts, mientras que la batería solo almacena 14 volts, por lo que de no existir un regulador como intermediario, la batería se quemaría. “Entre la celda solar y la batería existe un dispositivo de control que hace que esta energía solar sea regulada a 14 volts para llenar la batería. Podemos almacenar la corriente durante horas para poder utilizarla, por ejemplo, por la noche como energía eléctrica para iluminar dispositivos”, explicó.
Robótica Recreativa cuenta con juguetes y robots avanzados con celdas solares e incluye proyectos con escuelas y universidades como el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Tenemos aparatos más sofisticados llamados tarjetas microcontroladoras a las cuales les hemos implementado algunos elementos para que funcionen de cierta forma de acuerdo con lo que queremos lograr. De manera didáctica podemos formarlos como bloques, esto es ya a nivel preparatoria o universidad, pero el interés por esto puede surgir desde antes”, señaló.
Se presenta un robot con una tarjeta microcontroladora que maneja el motor que hace que este se desplace. Es atractivo para todos, muestra de manera lúdica lo que es la tecnología y la robótica. Además este robot está hecho de partes de lámparas, de una lavadora, tubos para agua y una rueda para hámster, es reciclado.
La tarjeta microcontroladora Picaxe es programada en lenguaje de computadora Basic, misma que puede tener distintos tamaños, “nosotros usamos Picaxe porque es fácil de usar, no tienes que saber tanto de programación para poder usarla. Con cinco líneas se puede hacer que los robots con esta tarjeta se muevan. Está hecho para nivel primaria y secundaria”, afirmó.
Existen otros microcontroladores que se utilizan en la robótica, por ejemplo Arduino, pero que funcionan para distintas aplicaciones.
En 2012, el equipo de Robótica Recreativa desarrolló un vehículo con características similares e inspiradas en el roverlunar Spirit. “Queríamos hacer un prototipo tipo Spirit. Este robot funciona con celdas solares, tiene cámara y es capaz de ir hacia adelante y hacia atrás”, comentó Ismael Galicia Ram, integrante del proyecto.
Tiene un sistema de microfoneo que permite que podamos transmitir desde ahí. El Explorador, nombrado así, cuenta con un brazo que permite que recoja muestras y las deposite en una de sus partes, en la que actualmente se está trabajando en su automatización.
Fuente: MVS