El grupo senatorial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) presentó una iniciativa para quitar 100 diputados federales y 32 senadores de representación proporcional en las dos cámaras del Congreso de la Unión y, por conducto del senador Miguel Ángel Chico Herrera, explicó que con una reforma en ese sentido “se favorecería un mejor funcionamiento de las tareas parlamentarias y traería un ahorro significativo, al reducirse carga burocrática”.
Chico Herrera, en tribuna del Senado, planteó que al efecto se requieren reformas a los artículos 52, 53, 54 y 56 de la Constitución, a fin de que la Cámara de Diputados se integre con los 300 legisladores de mayoría y cien de representación proporcional, en tanto que la Cámara Alta se componga de 64 senadores de mayoría y 32 de minoría.
Dijo que el número actual de 500 diputados y 128 senadores “retrasa la toma de decisiones y limita los consensos entre las diferentes fuerzas políticas”, además de que se pueden obtener ahorros en dietas, prestaciones, gastos de representación, personal y otros rubros más.
De esa manera, reducir la Cámara de Diputados a 400 integrantes y el Senado a 96, “contribuirá fomentar el ahorro del gasto público, a facilitar los acuerdos, a trabajar con mayor eficiencia y, sobre todas las cosas, a responder a una demanda que por años ha expresado la ciudanía sobre el extenso número de legisladores”, sostuvo.
Comparó que México tiene 628 legisladores, mientras que países con más estados federados y mayor población, tienen representaciones legislativas menores que la mexicana.
Estados Unidos tiene 535 parlamentarios y Brasil 524, refirió Chico Herrera.
Remarcó que el proyecto que presentó al pleno y que fue turnado a comisiones, “no tiene como objetivo eliminar la representación proporcional, sino únicamente reducirla”.
Una reforma de este perfil, concluyó el senador priista, es parte de un debate que se encuentra pospuesto y que debe ser retomado de inmediato, “a efecto de que el Congreso sea menos oneroso y que se comprometa con la austeridad”.
Fuente: Vanguardia