Las lenguas humanas evolucionaron para adaptarse a los hábitats naturales donde tuvieron origen, de acuerdo con un estudio de los diferentes sonidos empleados en la comunicación vocal alrededor del mundo.
Las lenguas que se originaron en las tupidas selvas de las regiones tropicales tienen más probabilidad de utilizar sonidos de baja frecuencia y vocales, en comparación con las que evolucionaron en hábitats más abiertos, donde se entienden mejor los sonidos agudos y las consonantes, señalaron expertos.
Un análisis de 628 lenguas de diferentes regiones del planeta encontró evidencia que sustenta la controvertida teoría de adaptación acústica, cuya hipótesis es que el paisaje natural puede influir en los sonidos empleados por los animales para comunicarse entre sí.
Fuente: La Jornada