El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró ayer que su país no planea hacerle la guerra a Turquía por haberle derribado un caza en la frontera con Siria, aunque calificó el hecho como una “provocación planificada”.
“No planeamos ir a una guerra con Turquía; nuestra actitud hacia el pueblo turco no ha cambiado”, dijo
Lavrov tras entrevistarse con su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu.
Eso sí, Moscú va a “reevaluar seriamente” su relación bilateral con Ankara, dijo.
Lavrov añadió que la decisión de derribar el martes el caza ruso parece más bien una “provocación planificada” por Ankara.
“Tenemos serias dudas de que se trate de un acto espontáneo, se parece mucho a una provocación planificada”, dijo.
El martes, el presidente ruso Vladimir Putin tachó el incidente de “puñalada en la espalda cometida por cómplices de los terroristas”, y ayer recomendó a sus conciudadanos que boicoteen las playas turcas, un importante destino turístico.
Ankara sostiene que sus dos F-16 derribaron un Su-24 ruso tras haberle advertido diez veces que abandonara el espacio aéreo turco.
Sin embargo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también aseguró ayer que “no tenemos la menor intención de provocar una escalada después de este asunto.
“Simplemente defendemos nuestra seguridad y el derecho de nuestro pueblo”, añadió.
Fuente: Excélsior