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¿Tienen una verdadera salud sexual?

Publicado por
Aletia Molina

Muchos especialistas de la salud sexual indican que ir al grano es un error imperdonable en la intimidad. Sobre todo las mujeres, necesitan tiempo, delicadeza y ternura para que se despierte el deseo y disfruten de la relación.

Esta afirmación la respaldamos con la venezolana y doctora en sexualidad Luz Jaimes, debido a que hay un sinfín de teorías que tratan de explicar la importancia del preámbulo sexual, una práctica a la cual se le atribuyen dos bondades innegables: contribuye a hacer más placentera e interesante la vida sexual de la pareja y es una de las mejores estrategias para provocar un orgasmo simultáneo.

Dejando a un lado, en la mayoría de los casos, los quince minutos posteriores, que son igual o más gratificantes que los beneficios que brinda un preámbulo.

“En el sexo, antes, durante y después nunca están de más las caricias, los susurros al oído y las muestras de cariño al terminar, en lugar de dar un salto para levantarse de la cama o dar la vuelta y comenzar a dormir”, manifestó la especialista.

Le sorprenderá saber que el 75% de las parejas activas sexualmente no practican ningún tipo de juegos sexuales y lo más cercano que están de este tema son los escasos besos que se intercambian segundos antes de lograr la penetración.

Un 15% lo practica de vez en cuando o muy esporádicamente y el resto, muy pocos por cierto, parece que han encontrado la fórmula mágica para hacer del preámbulo sexual su regla de vida.

Estas cifras, que fueron arrojadas en un estudio que hizo la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS, por sus siglas en inglés), revelan la poca importancia que el común de las personas le confiere a los juegos sexuales.

La sexóloga señala que el problema radica en la actitud del hombre y la mujer en materia sexual.

El hombre, al ser muy ansioso y visual, se estimula con facilidad y corre a abalanzarse sobre la mujer para tomarla y dominarla mediante la penetración; la mujer, por su parte, no hace mucho esfuerzo por transmitir sus deseos y guiar la relación a lo que ellas realmente desearían durante la compenetración sexual. Es muy egoísta decir que el hombre solo piensa en penetración si su pareja no ha hecho el intento por cambiar esa realidad.

Se sorprenderá de lo que se puede lograr cuando se toman el tiempo de crear preámbulos placenteros, rétense y bríndense la atención necesaria para el juego y la estimulación.

“No se trata de agotarse con juegos y zarandearse como en las películas pornográficas, que yo llamo ‘las peores consejeras de los chicos’. Con simples protocolos se puede empezar a trabajar la creatividad para el antes, durante y después de la intimidad”.

Fuente: La Prensa

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Aletia Molina