Don Joaquín está escondido en el Triángulo Dorado.
Según la agencia estadunidense Associated Press, un funcionario federal reveló que después de escapar del penal del Altiplano, Guzmán Loera huyó al Estado de Querétaro desde donde viajó en avioneta hacia las montañas de la Sierra Madre sinaloense.
Aun sin digerir la filtración del video de la fuga “imperdonable” (sound track incluido), el gobierno federal se traga el ridículo cuando le sobran enemigos…
Otra vez los medios gringos le comen el mandado a las tiesas instituciones nacionales.
La “generosa ayuda” incluye intercepción de teléfonos satelitales y celulares, y uso de drones para geolocalizar al célebre prófugo.
Pisar los talones del narco-jefe no es ningún mérito si este es capaz de esfumarse a la mera hora. Estar tan cerca y fallar es tan bochornoso como no saber en dónde diablos se esconde.
EL MONJE LOCO: Roberto Gil Zuarth, líder del Senado, desmiente que el Presidente de la República pueda ser citado por el ocultamiento del video completo de la fuga del siglo. En caso de que un alto funcionario resulte políticamente responsable de la filtración se dará vista al superior jerárquico –en este caso Peña Nieto– y se exigirá una investigación a la Secretaría de la Función Pública. Así lo establece la Ley Orgánica del Congreso. Nada más, pero nada menos…