«A todos aquellos que no puedan reclamar este derecho porque han venido sólo por razones económicas, tenemos que decirles que tienen que abandonar Alemania, por difícil que sea esto para ellos», explicó Merkel en una entrevista al diario Bild.
Merkel, no obstante, insistió en el «deber» de acoger a aquellos que huyen de la persecución política y de las guerras civiles.
«Hay un derecho a la protección frente a la guerra y la persecución. Eso es algo consagrado en nuestra Constitución y en la Convención de Ginebra, que es válida en todos los países de Europa», dijo la canciller alemana, según informa la agencia de noticias EFE.
Por otra parte y en un momento en el que cada vez hay más voces críticas, Merkel defendió enfáticamente su gestión en la crisis de refugiados y recordó que Alemania es «un país fuerte» que puede hacer frente al mayor desafío desde la reunificación alemana.
«Lo vamos a lograr porque somos un país fuerte y porque al mismo tiempo buscamos soluciones en Europa y fuera de Europa para reducir el número de refugiados que nos llegan, ocupándonos de las causas (de su huida)», comentó, según informa también la agencia de noticias DPA.
Las dudas de que Alemania pueda hacer frente a la gran afluencia de refugiados que llegan al país y las críticas por su política de puertas abiertas le llegan desde todos los flancos: desde sus socios en el gobierno de coalición -el Partido Socialdemócrata (SPD) y la Unión Cristianosocial (CSU)- hasta de sus propias filas.
«Debo aceptar las críticas así como con frecuencia los éxitos se presentan como míos aunque hayan trabajado muchas personas en ellos, los problemas sin resolver se ven también como mis problemas», indicó.
La canciller insistió en la necesidad de combatir las raíces de la crisis en las zonas en conflicto, especialmente en el caso de Siria.
«El problema de los refugiados nos muestra cada día que Siria está a las puertas de Europa», dijo Merkel para admitir que hasta ahora los esfuerzos diplomáticos de los países occidentales, del mundo árabe y de Rusia «no han tenido éxito» en ese convulsionado país.
«Esa es la amarga verdad que nos obliga a no rendirnos sino al contrario: tenemos que redoblar los esfuerzos para encontrar una solución política», afirmó.
Finalmente y al responder a una pregunta al respecto, Merkel admitió en la entrevista que no puede imaginar acoger refugiados en su propia casa, aunque expresó su respeto por aquellos que actualmente lo están haciendo.
Fuente: Telam