El Papa Francisco alejó hoy los rumores que circularon las últimas horas de un supuesto tumor en el cerebro que lo aquejaría, tras presidir con normalidad su audiencia general de los miércoles.
Poco después de las 09:30 horas local (07:30 GMT), el líder católico apareció en la Plaza de San Pedro a bordo del papamóvil y realizó un largo recorrido en su vehículo blanco entre los más de 30 mil fieles congregados.
Como suele hacer, también este día en varias ocasiones pidió frenar el papamóvil para besar a niños o bendecir a algunos feligreses, esto antes de dirigirse al atrio de la Basílica vaticana desde donde dirigió su catequesis.
Con esa normalidad, Jorge Mario Bergoglio tranquilizó a los fieles luego que el periódico italiano Il Quotidiano Nazionale difundiese la noticia de que tiene una «pequeña mancha oscura» en el cerebro y se habría hecho atender por un médico especialista en un pueblo de la región Toscana.
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, reaccionó inmediatamente a la publicación calificándola de «gravemente irresponsable».
«La difusión de noticias totalmente infundadas sobre la salud del Santo Padre por parte de un medio de prensa italiano es gravemente irresponsable y no merece atención», indicó en una breve declaración difundida la mañana de este miércoles en cuatro idiomas.
«Además, como todos pueden ver, el Papa desarrolla como siempre su intensa actividad sin interrupción y con la más absoluta normalidad», agregó.
Por su parte, en su discurso durante la audiencia pública, el Papa retomó el tema de la familia y advirtió que si esa institución social «se cierra en sí misma es como una contradicción, una mortificación de la promesa que la hizo nacer y la hace vivir».
Reconoció que en el tiempo actual la fidelidad a la vida familiar se encuentra «muy debilitada», en parte porque un «malentendido derecho a buscar la propia satisfacción, a toda costa y en cualquier relación, es exaltado como un principio no negociable de la libertad».
Francisco constató que además se considera al matrimonio como una «obligación de ley» aunque, en realidad, ninguno quiere ser amado sólo por los propios bienes o por obligación».
«El amor, como también la amistad, deben su fuerza y su belleza justamente a este hecho: que generan un vínculo sin quitar la libertad. Sin libertad no hay amistad, no hay amor, no hay matrimonio», ponderó.
Fuente: Radio Fórmula